El homenaje que el Cabildo de La Palma le debe a Fran Santana
Se cumplen cinco años del fallecimiento del agente de medioambiente Francisco Santana mientras participaba en las tareas contra el incendio que afectó el sur de La Palma en agosto de 2016. De aquel incendio aún son visibles los restos de corteza quemada en los pinos, si se está lo suficientemente cerca. Desde lejos, el pinar parece haber recuperado lo perdido. Sin embargo, el vacío que dejó Fran Santana en familia, compañeros y amigos quedará para siempre.
Precisamente en las charlas-debate sobre los incendios organizadas por Ecologistas en Acción en 2014 donde Fran participó como ponente, él hacía especial hincapié en contrastar la resistencia del pino canario frente a la fragilidad de la vida humana, para advertir que siempre es preferible que el fuego queme a su antojo el monte a poner en riesgo a las personas.
Con estos antecedentes, nos sorprendimos al leer las conclusiones del informe oficial del Cabildo supuestamente elaborado para esclarecer las causas del accidente, según el cual Fran Santana habría muerto por un exceso de celo profesional cercano a la negligencia. Este informe de parte fue encargado en su momento por el Cabildo, creemos que más preocupado en quedar exento de responsabilidad civil o penal en el procedimiento judicial que en tratar de estudiar a fondo qué se puede extraer de aquella experiencia para evitar fatalidades, corregir errores y mejorar para el futuro.
Porque en riesgo de morir no sólo estuvo Fran Santana, sino también las personas que evacuaron apenas minutos antes y especialmente las tres personas que permanecieron cerca de donde se hallaba Fran y que sólo de milagro no fueron alcanzadas por la parte más explosiva de las llamas. Podíamos estar hablando de una tragedia comparable a la ocurrida en el incendio de la Gomera en 1984, donde hubo 20 fallecidos.
Cuando ocurre una tragedia no suele haber una única causa, sino que deben concurrir varios factores que la desencadenan. No sabemos en qué proporción el celo profesional de Fran fue determinante para el fatal desenlace, pero seguramente no fue el único. La pérdida de reflejos por la fatiga acumulada después de hacer dos turnos consecutivos unido a la falta del debido avituallamiento, también es un posible factor.
Pero algo habrá tenido que ver también que las cuadrillas se hallaran en una cota por encima del frente de fuego en un terreno de mucha pendiente, con riesgo del efecto chimenea y en una zona, la parta alta de Las Manchas y Jedey, donde es común el fenómeno de vientos de confluencia de sentido contrario al alisio, es decir, a favor del avance ascendente de las llamas. En estas circunstancias lo más previsible era el comportamiento imprevisible de las llamas y lo más prudente es que no hubiera personas allí.
Algo habrá tenido que ver la inoperatividad de la red de hidrantes, una tubería a lo largo de la pista a la que se podían acoplar las mangueras y cañones que nunca llegaron aquella noche y que, de haber funcionado, habría refrescado la zona y evitado el accidente mortal. Algo habrá tenido que ver las dificultades en la comunicación y coordinación que quedan patentes en las grabaciones de las radios. Debemos señalar especialmente como factor que pudo ser determinante en el accidente, el vehículo corporativo que llevó Fran Santana a las labores contra el incendio, un vehículo de gasolina que explotó en llamas. Algo que nos resulta desconcertante es que el coche fuera retirado inmediatamente del lugar para su desguace sin haber sido practicada ninguna prueba pericial.
En definitiva, si bien la versión oficial del Cabildo puede tener un efecto balsámico en algunas conciencias, es absolutamente inútil para prevenir que vuelvan a producirse situaciones similares. Creemos que el homenaje que aún le debe el Cabildo a Fran Santana es determinar todos los factores, por pequeños que sean, que hayan influido en lo sucedido y que, evitándolos, corrigiéndolos o mejorándolos, puedan minimizar riesgos en el futuro y que él haya sido la última persona que fallece en un incendio forestal en La Palma.
Centinela-Ecologistas en Acción. La Palma. 4 de agosto de 2021
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