Mártires de Tazacorte, un año más el triste olvido

12 de julio de 2023 10:58 h

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A pocos días de la onomástica y festividad de los Beatos Mártires de Tazacorte reiteramos el triste olvido y la falta de conocimiento y divulgación por parte de las autoridades eclesiásticas y las administraciones públicas canarias y palmeras, en particular, del hecho histórico de la muerte violenta de 40 jesuitas en defensa de su fe y credo en los mares de La Palma el 15 de julio de 1570. Los llamados Beatos Mártires de Tazacorte. 

De ese reiterado “olvido” ya lo decía el recordado sacerdote jesuita y profesor universitario Julián Escribano Garrido (1926-2020) en el periódico El día, 15 de julio de 1989, en un artículo titulado Mártires de Tazacorte en el que manifestaba: “Acostumbrados a celebrar a nuestros beatos tinerfeños P. José de Anchieta y Hº Pedro de Bethercourt, nos olvidamos, con relativa frecuencia, de esa legión de cuarenta jesuitas, que también son canarios, porque desde estas islas pasaron a la gloria, a través del martirio”. Así sigue siendo. Poco ha cambiado, recordado padre Escribano, salvo que Anchieta y Bethencourt ya han sido canonizados. La isla de Tenerife, llamada “isla mayor” al contrario de La Palma “isla menor”, lo consiguió.   

En el último párrafo el padre Julián Escribano daba cuenta en 1989, hace 34 años, de las gestiones realizadas ante el Vaticano por “Nuestro Obispo don Damián, en su última visita oficial a Roma, entregó al Papa Juan Pablo II un documento en el que le suplicaba la pronta canonización de los Mártires de Tazacorte”. Han pasado varios Papas y Obispos nivarienses y la opinión pública, creyentes o no creyentes, no tienen conocimiento de adelanto alguno en la causa de canonización de Ignacio de Acevedo y sus 39 compañeros. 

El 15 de julio de 1570 después de pasar unos días resguardados en Tazacorte de los peligros de la mar, por maldad de la navegación peligrosa de ataques de corsarios y piratas, Ignacio de Acevedo y sus 39 compañeros jesuitas se hicieron a la mar desde El Puerto de Tazacorte. Dejaban la tierra cristiana insular que le habían acogido. 

El azul oceánico se tiñó de rojo, el color de la sangre martirizada. La nave El Santiago, con el padre superior portugués Ignacio de Azevedo y sus 39 compañeros a bordo nunca llegó a su último destino, la colonia portuguesa de Brasil. 

El 15 de julio de 1570, el hugonote-calvinista Jacques de Sores los degolló, abordando la embarcación de los misioneros. En el fondo de ese mismo mar donde encontraron la muerte cuarenta cruces de hormigón recuerdan a perpetuidad su memoria, gracias a la iniciativa del palmero José Feliciano. El santoral católico recuerda que, un 15 de julio, 40 jóvenes misioneros jesuitas de entre 20 y 30 años murieron violentamente en la mar palmense defendiendo su fe en Cristo. 

No hay un programa cívico-religioso potente y destacado de la festividad de los Santos Mártires de Tazacorte y, en general, las instituciones civiles y los medios de comunicación no han mostrado el más mínimo interés por realzar uno de los hechos históricos más relevantes que ha sucedido en Canarias. Triste reflexión. Salta la realidad de las comparaciones con otras islas y lugares. La Palma no se merece esta desidia reiterada.  

Santa Teresa de Ávila (1515-1582), a más de 2.500 kilómetros entre mar y tierra, tuvo la visión del martirio producido en las orillas oceánicas palmeras, y los vio “entrar en el cielo vestidos de estrellas y con palmas victoriosas”. Un primo-sobrino suyo era componente de la expedición misionera; se trataba de Francisco Pérez Godoy. No creo necesario desarrollar la vida de quien hoy es reconocida como Doctora de la Iglesia Católica, ni destacar la importancia religiosa e histórica que su personalidad adquiere en este dramático suceso que tuvo lugar en la isla canaria de La Palma.

La reivindicación de canonización, paso posterior a la beatificación, de Ignacio de Acevedo y sus compañeros mártires viene de siglo atrás. En 1632 el antiguo Consejo de la isla, equivalente al actual Cabildo, acordó pedir al Vaticano que fueran beatificados y designados patronos de La Palma. En 1862 fueron beatificados por el Papa Pio IX.

En 1899 el Boletín del Obispado de Tenerife recordaba que no debía pasar desapercibida para los fieles de la diócesis la festividad de los Santos Mártires de Tazacorte y «que los moradores de la isla de La Palma se apresuren todos a acudir en romería a Tazacorte el día en que la iglesia celebra la fiesta de esos Santos Mártires».

Las cosas han cambiado y hoy la festividad pasa casi desapercibida; casi podría decirse que en el olvido de la gran mayoría de los palmeros y sus estamentos sociales y políticos.

La Palma busca reclamos atractivos que potenciar ante el viajero, en este caso el llamado turismo religioso es uno a tener en cuenta. Se anuncian proyectos faraónicos de toda índole por los catorce municipios.  Pero, ¿quién es el que quiere apostar por los Santos Mártires de Tazacorte? ¿Quién preparará a la isla para miles de viajeros potenciales que, con devoción y fe católica, vendrían a La Palma al encuentro de los últimos pasos de los 40 jesuitas en el suelo que los acogió horas antes de su muerte violenta?.

En el año 2000, hace 23 años, a propuesta del PSOE y redactada por mi persona, el Cabildo de La Palma aprobó una moción para revindicar y divulgar la memoria de estos jóvenes jesuitas mediante la construcción de un centro de visitantes en las cuevas de El Puerto de Tazacorte. Intentos los ha habido y ahí se ha quedado, falta el empujón definitivo.  

Ignacio de Acevedo murió abrazando una tabla con la efigie de Santa María la Mayor, realmente la Virgen de las Nieves. En esos años La Palma ya se encontraba bajo la protección y advocación de Santa María de las Nieves. El destino determinó que el suelo y tierra firme por los que dieron sus últimos pasos los 40 jesuitas fuera la isla canaria de La Palma bajo la advocación mariana de las Nieves, patrona de la isla.

Las redes sociales de las parroquias de Tazacorte, bajo la dirección del sacerdote Jorge Concepción Feliciano, mantienen detallada y permanente información sobre los Beatos Mártires. Nos consta que en algunas parroquias palmeras y de la diócesis nivariense se dedican oraciones y funciones litúrgicas en su onomástica, perpetuando así la memoria de los Beatos de Tazacorte.

Este año reiteramos nuestra vieja reivindicación y el próximo sábado 15 de julio, como otros muchísimos años antes, estaremos en la sencilla misa, a la 19.30 horas, en la parroquia de San Miguel de Tazacorte y posterior procesión en memoria de los 40 Beatos Mártires de Tazacorte.

María Victoria Hernández, cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)  

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