CC asegura que Ryanair dejará de operar con La Palma a partir del 29 de octubre

Coalición Canaria (CC) La Palma, en una nota se prensa, señala que Ryanair dejará de operar en la Isla a partir del 29 de octubre. “Desaparecerán así los vuelos directos que la compañía low cost ofrece actualmente con Madrid, Barcelona y Santiago”, asegura.

“La conectividad mejoró notablemente con la llegada de Ryanair a la Isla y sus vuelos con estos destinos nacionales han permitido moderar los precios frente al monopolio que mantenían Iberia o Vueling en sus conexiones a Madrid y Barcelona, lo que repercutió en un aumento de visitantes a La Palma”, explica Jordi Pérez Camacho, consejero de CC en el Cabildo.

Indica que la pérdida de conexiones con la Península se produce “en el peor momento para nuestra economía, cuando La Palma es, actualmente, el destino con mayor atractivo natural de toda Europa. La erupción en Cumbre Vieja nos ha posicionado en el mapa mundial y disponer de conectividad aérea es fundamental para traducir ese atractivo en visitantes y turistas que ayuden a los sectores productivos”, añade. “No entendemos la pasividad del Cabildo ante la pérdida de vuelos nacionales e internacionales que estamos experimentado con vista a la campaña de invierno, a pesar de que los representantes del sector turístico de la Isla han manifestado su enorme preocupación ante la pérdida de conectividad”, agrega.

“Al Cabildo se le llena la boca hablando de turismo y de planes de recuperación y nadie ha hecho nada para conservar y mejorar las conexiones aéreas”, apunta Pérez Camacho.

La pérdida de conexiones de Ryanair, se indica en la nota, “se suma a la desaparición también de los vuelos de Easy Jet a Berlín y a Londres, de Vueling a París (esta compañía, además, elimina uno de sus dos vuelos semanales con Barcelona)  y de Ryanair a Milán, tal y como ya advirtió hace días Coalición Canaria”. “La situación es muy preocupante y no vemos ni una sola acción por parte del Cabildo que, en esto, como en tantas otras cosas, está paralizado”,  concluye Pérez Camacho.