El lote de 18 ovejas de raza palmera ya está en la Finca El Pico de Tenerife
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias ha recibido este martes, 9 de abril, el lote de ovejas de la raza palmera que incorporará a la cabaña ganadera con la que cuentan la Escuela de Capacitación Agraria (ECA) de Tacoronte, uno de los tres centros de formación profesional agraria adscritos a este departamento, y la Finca El Pico, instalación del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) en Tejina, donde se llevan a cabo distintos proyectos de investigación en materia ganadera.
El consejero del área, Narvay Quintero, explicó que se trata de una medida de protección de esta raza autóctona, en grave peligro de extinción, “que forma parte de las actuaciones desarrolladas por la Dirección General de Ganadería para promover nuestras razas ganaderas, fomentar su productividad y rentabilidad, y mantener nuestro rico patrimonio genético; entre las que destaca también la creación de un Banco de Germoplasma, ya en funcionamiento”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Criadores de la Oveja palmera, Ángel Custodio, comentó que en el Archipiélago existen actualmente diez núcleos de población y menos de 250 ejemplares de esta raza - de los cuales 150 son reproductoras-, que en los últimos años se ha visto muy afectada por ataques de perros asilvestrados . “Destaca su gran adaptación al medio y contribuyen a mantener limpio el medio rural y a prevenir los incendios forestales”, añadió Custodio.
El director general de Ganadería, David de Vera, indicó que esta raza presentaba antiguamente una triple aptitud productiva: láctea, cárnica y lanar pero actualmente se destina en exclusiva a la producción de carne.
“Estudios han demostrado que su carne es más cardiosaludable que el cordero comercial, aspecto que atribuimos a factores ambientales y a la calidad de los pastos con los que se alimenta”, apunta el investigador del ICIA, Juan Capote. “La mejor forma de proteger una raza es hacerla rentable, y la mejor manera de hacerlo es apostar por un producto cárnico de excelencia, como ocurrió con el cochino negro”, agregó.
Tras su traslado en barco desde la isla de La Palma a Tenerife, las ovejas pasarán un periodo de cuarentena en las instalaciones del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias en la Finca El Pico, en Tejina, para después ser repartidos entre estos dos centros. En el ICIA se estudiarán diferentes aspectos de su nutrición y cómo afecta el uso de distintos forrajes al crecimiento de los animales y a la calidad de sus producciones.