Ruidosa caravana en defensa de la caza menor
Una ruidosa caravana de coches, integrada por un centenar de vehículos conducidos por cazadores, recorrió este sábado, dos veces, las calles céntricas de Santa Cruz de La Palma, haciendo sonar el claxon, para protestar por la nueva regulación impuesta por el Consejo Regional de Caza del Gobierno de Canarias, una normativa que, según la Federación Insular de este deporte, lleva al borde de la extinción la caza menor en la Isla.
La comitiva de cazadores se concentró en la zona del aeropuerto viejo de Buenavista, y desde allí se dirigió a la capital. La Guardia Civil, que custodió la acción de protesta, impidió que participaran en la caravana más de cien vehículos, por lo que muchos tuvieron que quedarse en Breña Alta, según fuentes de la organización de la protesta. En las calles de Santa Cruz de La Palma, fueron también escoltados por coches de la Policía Local.
El presidente de la Federación Insular de Caza, Francisco Javier Tena Triana, junto a otros miembros de la directiva de este colectivo, entregó, pasadas las doce del mediodía, un documento reivindicativo en la sede de la Dirección Insular de la Administración General del Estado.
(La caravana recorrió este sábado las calles céntricas de la capital)
Tena Triana ha explicado que, al no recoger la orden General de Caza de Canarias del Gobierno regional las normas específicas que se venían aplicando hasta ahora en La Palma, la caza menor “puede desaparecer”. El problema principal radica en que este año, por primera vez, “no se recoge la modalidad de cuadrilla específica para la Isla”. La misma está formada por un mínimo de tres cazadores y un máximo de cinco que tienen autorizado “llevar un total 15 perros” de tal forma que si alguno de sus miembros, como se venía haciendo desde 2001, no podía un día ir a cazar, los demás, incluso uno solo, tenían la posibilidad salir al campo con todos los canes.
La supresión de tal “excepcionalidad” es “un obstáculo sin sentido que va a provocar un grave problema” ya que, entre las 265 cuadrillas registradas, integradas por más de 1.300 cazadores con licencia, “sobrarán muchos perros” que serán “regalados, abandonados o, en el peor de los casos, sacrificados”, expuso Tena Triana.