Una inspección en el campamento para migrantes de Las Raíces concluye que las condiciones higiénicas y sanitarias son “preocupantes”

Accem atiende a un migrante herido en el campamento de Las Raíces tras una revuelta

Natalia G. Vargas

La Laguna —

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Las condiciones higiénicas y sanitarias del campamento para migrantes de Las Raíces, en Tenerife, son “preocupantes”. Así lo indica un informe elaborado tras la inspección pasado 24 de marzo por parte del Servicio de Sanidad Municipal del Ayuntamiento de La Laguna al mayor recurso de emergencia instalado en Canarias, que acoge hasta el momento a unas 1.500 personas según datos de la Delegación del Gobierno.

El informe, encargado por el Área de Bienestar Social de la corporación municipal advierte además “preocupantes cuestiones” sobre el cumplimiento de las medidas de prevención contra la COVID-19, ya que en cada una de las casetas conviven al menos 32 migrantes. Asimismo, la inspección concluye que la gestión de la alimentación en el recurso gestionado por Accem es deficiente.

Tanto los usuarios como Accem han criticado en varias ocasiones la lentitud en el servicio de las comidas y la cantidad de las raciones. Algunos migrantes aseguran que pasan hasta tres horas en la fila esperando su turno para desayunar, almorzar y cenar. Serunion, la empresa contratada para el servicio de comidas ha aseverado en declaraciones a este periódico que después de las quejas han introducido cambios en los menús e insisten en que reparten un kilo de comida al día por persona.

Fuentes del Ministerio de Migraciones insisten en que estas deficiencias fueron identificadas el 24 de marzo y aseguran que en la actualidad “todos los residentes tienen toda la ropa que precisan a su disposición”. También añaden que se han introducido cambios para mejorar el menú y que se han solventado las deficiencias registradas respecto al agua corriente.

La inspección sanitaria también ha revisado los sistemas de electricidad, detectando carencias para generar suficiente agua caliente. El agua fría de las duchas ha sido también una de las causas principales de conflicto dentro del recurso, ya que no hay agua caliente para todos. Accem ha explicado que están pendientes de la llegada de una gran caldera desde la Península.

El área que dirige Rubens Ascanio ha trasladado este estudio a la Delegación del Gobierno y a la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias y ha exigido que se apliquen las medidas necesarias para garantizar las buenas condiciones de los 1.500 migrantes alojados en este campamento que lleva abierto desde el 5 de febrero y que prevé acoger a 2.400 personas.

Ascanio señala que “estamos viendo que el modelo de macrocentros genera más problemas que beneficios, que no es la fórmula más adecuada para dar la atención requerida a estas personas, que acaban de llegar a la Isla y que necesitan fórmulas de integración y caminos seguros para poder recuperar su vida lo antes posible”.

Algunas de las personas acogidas en el campamento de Las Raíces llevan hasta siete meses en Canarias. La situación de bloqueo y la convivencia de más de 1.500 personas en este recurso de emergencia han alimentado la tensión en las últimas semanas. El pasado lunes tuvo lugar una revuelta que se prolongó hasta la mañana del día siguiente y que se saldó con más de una decena de heridos y ocho detenidos. La Policía Nacional intervino con escudos y disparando pelotas de goma.

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