Otegi ingresa en prisión para cumplir una condena de 15 meses
El portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi fue detenido este viernes por la Policía e ingresó en la prisión donostiarra de Martutene para cumplir una condena de 15 meses de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
La detención del dirigente abertzale se produjo sobre las 11:30 horas en el polígono Belartza de San Sebastián cuando se dirigía a un hotel de la capital guipuzcoana para comparecer en rueda de prensa y hablar acerca de los últimos acontecimientos políticos tras la confirmación por parte de la banda terrorista ETA de que volverá a cometer atentados.
El acto, sin embargo, se celebró sin su presencia, ya que el Tribunal Supremo había comunicado poco antes a la Audiencia Nacional la confirmación de la sentencia que ésta dictó el año pasado en la que condenaba a Otegi por su intervención en el homenaje al etarra José Miguel Beñarán, Argala, en 2003 en Arrigorriaga (Vizcaya).
El Alto Tribunal dictó este viernes por unanimidad el citado fallo -en los próximos días hará pública la sentencia- tras celebrar este jueves la vista del recurso que el dirigente de Batasuna interpuso contra la condena de la Audiencia Nacional, y decidió que no había lugar al recurso de casación.
Tras su detención, el dirigente abertzale, que puede solicitar al Tribunal Constitucional la suspensión de la condena, pero primero debería admitirse a trámite su recurso de amparo, fue conducido a dependencias policiales y en torno a las 13:00 horas ingresó en la prisión de Martutene de la capital guipuzcoana.
Mientras Otegi ingresaba en la cárcel, cuarta vez que lo hace desde 1987, los portavoces de Batasuna Pernando Barrena y Joseba Álvarez daban una rueda de prensa en el mismo hotel donde estaba prevista la intervención del dirigente abertzale, en la que el primero de ellos calificó de “máxima gravedad” esta detención por ser “un interlocutor principal de la izquierda abertzale”.
Barrena afirmó además que el PSOE no sólo está “ofertando barra libre a la represión y la vuelta a tiempos oscuros” con el arresto de Otegi, sino también con “el rosario de iniciativas que está tomando esta semana”, aunque no mencionó expresamente el ingreso en prisión del etarra José Ignacio de Juana Chaos.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, subrayó que todo lo que ha hecho el Ejecutivo, en materia de política antiterrorista, ha sido en el marco de la ley “antes, ahora y después” y recalcó que la actuación del Gobierno en esta materia se ha llevado a cabo con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, excepto del Partido Popular.
Desde el PP, su secretario general, Ángel Acebes, valoró la detención de Otegi y aseguró que esta decisión “acredita” que el dirigente de la ilegalizada Batasuna “ni era hombre de paz ni puede ser interlocutor de nada” y consideró que aquellas decisiones que vayan “en la tendencia de derrotar a la banda terrorista ETA y debilitarla” es la dirección que el Gobierno debe tomar.
El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, manifestó que la detención “es un paso en el normal funcionamiento de los poderes públicos y del Estado de derecho” y dijo que Otegi “llevaba mucho tiempo siendo un delincuente y no un hombre de paz”.
Por su parte, el portavoz parlamentario de IU-ICV, Joan Herrera, confió en que esta medida sea “estrictamente judicial” y señaló que Otegi tiene oportunidad de “desautorizar” si se desmarca de ETA y condena la violencia.
El parlamentario vasco de Ezker Batua (EB) Oskar Matute pidió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que “mantenga la serenidad” ante el anuncio de ruptura del alto el fuego de ETA y el respeto a la separación de poderes, y no se utilice la justicia como “impulso político”.
Para Aralar, la detención e ingreso en prisión del dirigente abertzale no es una “buena noticia”, sino un mal presagio“, y el sindicato nacionalista ELA consideró que constituye ”una decisión política que incide muy negativamente en la ya crispada situación vasca“.
