Soria quiere arrinconar a María San Gil en Valencia
El parlamentario vasco del PP, Santiago Abascal, aseguró en una entrevista al programa El Correíllo de CANARIAS AHORA RADIO que la intención de José Manuel Soria respecto a la ponencia política que defenderá en el XVI Congreso del PP en Valencia es negociar las enmiendas que van “en sentido contrario” a las posiciones de María San Gil, con lo que ésta quedaría en una posición marginal dentro del partido.
Abascal, que es uno de los firmantes de la enmienda que suscribe Aleix Vidal Quadras y que cuestiona los pactos de los populares con los nacionalistas, confirmó igualmente la marcha de San Gil, dijo estar abierto a una negociación con Soria sobre su enmienda que aun no se ha producido, rechazó el “Estado Libre Asociado” que defiende Miguel Zerolo porque “se parece a la libre asociación que alienta Ibarretxe” y adelantó que si no hay ningún acuerdo previo, defenderá sus tesis en Valencia porque está seguro que la apoyan “la mayoría de los afiliados y votantes del PP”.
Según fuentes del sector crítico, Soria va a intentar darle un “golpe de gracia” a María San Gil en Valencia aceptando “gran parte” de las siete enmiendas de Carlos Olazábal, portavoz en las Juntas Generales de Vizcaya. Esta enmienda propone “no criminalizar” a todo el nacionalismo en la ponencia política y reconocer la “lucha” del PNV contra ETA, pues se subraya que el PP debe “diferenciar entre el nacionalismo democrático del PNV y CiU, que lucha contra el terrorismo y que, incluso, ha sufrido en algunos casos sus ataques o presiones”, de los “grupos extremistas” como PCTV o ANV, únicas formaciones a las que se refieren con ese calificativo.
Según estas fuentes, Soria está dispuesto a aceptar el texto de la enmienda al punto 83 de su propia ponencia política, cuando dice que se puede afirmar que algunos sectores y partidos nacionalistas “no colaboran como debieran” en la derrota de ETA. Por ello está dispuesto a incluir un párrafo en el que se añade que “hay que reconocer asimismo el compromiso moral y ético asumido por numerosos representantes y militantes nacionalistas en la lucha contra el terrorismo”.
La enmienda de Olazábal que está dispuesto a aceptar Soria se dirige al punto 68 de la ponencia y añade que un “porcentaje significativo de antiguos electores nacionalistas no comparten la estrategia de disolución y enfrentamiento que ciertos dirigentes nacionalistas radicales están desarrollando” y asegura que “su legítima aspiración es ser considerados en el conjunto de España con sus características culturales, idiomáticas y sociales en un marco de respeto y igualdad”. Algo que “el Partido Popular asume, acepta e impulsa desde la libertad e igualdad de todos los españoles”.
Según esta versión, Soria quiere dar “marcha atrás” a las inclusiones que hizo San Gil en su ponencia después de que ésta difundiese su SMS en el que le decía: “María, he recibido tu ponencia: ¡Arriba España!”. Ya Soria advirtió en una entrevista en TVE que el punto 61 de su ponencia no era cosecha suya, sino de San Gil, y que lo había admitido por favorecer el diálogo con ella. El citado párrafo dice que “la permanente deslealtad al marco autonómico y sus límites han otorgado a los partidos nacionalistas una capacidad de arbitraje y desestabilización del modelo diseñado en nuestra Constitución que no podemos admitir”.
Otro punto de la ponencia que Soria quiere hacer desaparecer es el que señala que “en Cataluña y el País Vasco, y en menor medida en Galicia, la existencia de partidos nacionalistas, claramente separatistas y en algunos casos vergonzantemente antidemocráticos (PCTV y ANV), para los que la autonomía no es una estación término, constituyen un punto de partida para avanzar hacia la meta final de la independencia, al margen del modelo territorial de nuestra Constitución”. Para Soria, el límite al diálogo no son ahora los nacionalistas vascos o catalanes sino “los asesinos y los terroristas” porque “el camino hacia el centro iniciado por Aznar es irreversible”.