Una aerolínea para mejorar la conectividad
La mala conectividad aérea del Archipiélago, agravada por el alto coste de las tasas aeroportuarias y el precio de los billetes, y la alta dependencia de los turoperadores foráneos que tiene Canarias como destino turístico son dos handicaps con los que los empresarios tinerfeños quieren acabar.
¿Y cómo hacerlo? Pues con una compañía aérea propia que garantice la llegada de turistas al Archipiélago en cualquier época del año.
Así lo ha confirmado el presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de la provincia tinerfeña (Ashotel), Jorge Marichal, en un encuentro con los medios de comunicación en el que han analizo la actual situación del sector.
“El riesgo es enorme, pero la cantidad de dinero que se necesita no es astronómica. Hablamos de 25 millones de euros, que supone tener 4 aviones y 180.000 plazas”, ha afirmado.
Tanto Marichal como el gerente de Ashotel, Juan Pablo González, han afirmado que “en Canarias hay empresarios dispuestos a dar el paso adelante” y que, además, existen varias fórmulas que no pasan por poner en marcha una compañía propia, sino “apoyar a una que ya exista o meterse en el accionariado de la misma”.
Integración vertical
“A lo mejor la solución no es crear una, sino participar en el consejo de administración, donde se supone que se nos hará caso en las cuestiones que planteemos”, dijo González.
Para Marichal, esta posibilidad aumentaría la conectividad “y se acabaría con la venta de plazas a precios muy caros, que consiguen que viajen menos los canarios y menos aún los peninsulares”.
Precisamente, Ashotel asegura que la “debacle”el descalabro del mercado nacional“ para la campaña de verano no se compensará en su totalidad por las mejores previsiones de los paquetes de los turoperadores británicos.
Según González, ya ha habido reuniones en las que se han aportado datos económicos “serios” sobre compañías operadoras, proveedores y promociones, no resulta nada descabellada la idea de tener una compañía propia.
“Aquí no hay nada inventado, se tratada de integrar verticalmente el negocio, como han hecho durantes muchos años los empresarios alemanes, mallorquines y catalanes, para controlar todas las escalas, desde la agencia de viaje hasta el hotel, pasando por el traslado de los turistas”, concluyó Marichal.