Cada año varan en las costas de Canarias unos 70 cetáceos

El Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria acoge 19 artísticas orcas que persiguen sensibilizar a la población de la importancia de proteger el medioambiente

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 4 (EUROPA PRESS)

Cada año varan en las costas de Canarias entre 40 y 70 cetáceos, de ahí que el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología en la capital grancanaria acogerá desde hoy y hasta principios de marzo la exposición de 19 esculturas de orcas de dos metros de altura, a fin de concienciar y sensibilizar a la población de la importancia de cuidar y proteger el medioambiente, especialmente en este 2010 declarado Año Mundial de la Biodiversidad por la Unesco.

La inauguración de la exhibición 'Expo Orcas' coincidió con la firma de un convenio de colaboración por parte de Loro Parque Fundación (LPF) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) para crear la red macaronésica de la salud de cetáceos, que persigue fomentar la investigación y conservación de mamíferos marinos.

El director del Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA) de la ULPGC y catedrático de esta universidad, Antonio Fernández, explicó en rueda de prensa que el pasado año vararon en las costas del archipiélago unos 70 cetáceos.

Una de cada tres causas de estos varamientos tienen que ver con la actividad humana, como la interacción con la pesca y la colisión con ferryes; además de otras causas naturales como cánceres, neumonía, enfermedades por bacterias o virus, problemas en el parto y problemas sociales, por ejemplo cuando los cetáceos se quedan sin madre. “Hay otro grupo difícilmente evaluable que varan debido al impacto de la actividad humana sobre el mar, fundamentalmente en relación a residuos”, añadió.

No obstante, el investigador hizo especial hincapié en que desde que se estableció “la moratoria de 2004 hasta 2009 no ha habido más mortalidad masiva de zifios por las maniobras militares” en el litoral de las islas.

LAS ISLAS, REFERENTE MUNDIAL EN ESTUDIOS MARINOS

Fernández recordó que hace dos años se reunieron en Tenerife científicos de cetáceos de la Macaronesia y concluyeron “la necesidad de poner los conocimientos científicos a favor de la conservación de los cetáceos, en una zona que tiene una biodiversidad muy rica y que se ven afectados por distintas causas”.

En este sentido, señaló que la Unesco estuvo de acuerdo y se ha promovido una iniciativa fundamentada sobre conocimientos científicos, en los que el grupo de investigación del IUSA es “referente en los estudios sobre la mortalidad de zifios --abundan en Canarias-- asociados a maniobras militares y el uso de zonares antisubmarinos”.

“Eso en 2002 dio lugar a estudios que llegaron al Parlamento europeo, que emitió una resolución no vinculante en la que indicaba que había que tener cuidado dónde se usaban dichos zonares porque hacen daño a los zifios. Por tanto, el Gobierno central y el canario prohibieron el uso de zonares antisumbmarinos en las maniobras militares en 50 millas alrededor de Canarias, islas que son el principal referente en una medida de ayuda a la conservación en el mundo”, apostilló Fernández. No en vano, destacó que estos trabajos han ayudado a revisar en Estados Unidos “actuaciones de maniobras militares para evitar acciones negativas sobre las ballenas”.

Manifestó que el convenio suscrito con LPF incluye “toda la metodología y tecnología en la ULPGC y el IUSA para crear sinergias entre Canarias, Madeira, Azores y Cabo Verde para establecer una red de atención de varamiento de cetáceos y para la investigación de estos mamíferos, con el objetivo final de su conservación”.

Fernández resaltó que el IUSA “es el responsable mundial para las mortalidades inusuales de cetáceos en distintos puntos del planeta” y “referente en estudios marinos”. En todo caso, apostó por “consolidar un sistema para asegurar una pequeña luz al final del túnel para los investigadores”.

“ARTE, CIENCIA Y CONSERVACIÓN”

Por su parte, el director del Museo Elder, Fernando Pérez, apostó por impulsar “valores de respeto a la biodiversidad y de conocimiento del medio y utilizar para ello lenguajes plásticos”. “El arte es un vehículo importante para contribuir a la divulgación de contenidos científicos y mayor respeto hacia el medio natural”, opinó.

El director adjunto de Loro Parque Fundación, Javier Almunia, informó de que las 19 piezas de tamaño casi natural --una de ellas colgante-- fueron concebidas e intervenidas por 11 de los más reconocidos artistas canarios contemporáneos y cinco colectivos sociales --Amigos Pintores de Las Breñas (La Palma), Asociación de Mayores Ibaya, Asociación de personas con discapacidad y familia El Sabinar (El Hierro), Colegio Ampuyenta (Fuerteventura) y la asociación de inmigrantes Lanzarote Acoge (Lanzarote)--.

Todos ellos brindaron su apoyo para este “primer paso de LPF para intentar aunar arte, ciencia y conservación de la biodiversidad”. Facundo Fierro, Ildefonso Aguilar, Elena Lecuona, Luis Kerch, Carmen Cólogan, Pepe Dámaso, Gonzalo González, Luis Kerch, Iker Muro, Aníbal del Rosario y José Antonio Zárate son algunos de los artistas que han participado en 'Expo Orcas'.

“Se usa el arte porque es capaz de llegar mucho más rápido a las personas y tocar su sensibilidad”, indicó Almunia, para quien “cada orca --de dos metros de alto y unos ochenta centímetros de base-- es una llamada de atención”. Subrayó que el 80 por ciento de las especies de cetáceos en el Atlántico Norte se encuentran en la Macaronesia.

LAS ORCAS NO INVADIRÁN LAS CALLES

Igualmente, Almunia indicó que tras su paso por el Museo Elder, la muestra itinerante se trasladará hasta el aeropuerto de Gran Canaria, ya que el objetivo de la FLP es “dar la mayor visibilidad posible a la exposición”.

Sin embargo, descartó que las esculturas se trasladen a la calle para crear un mayor impacto entre la ciudadanía --como así ocurrió con la exposición de canes (perros) canarios, ubicados en distintos puntos de la capital grancanaria-- debido a “dificultades” para su protección.

Dicha negativa a que las artísticas orcas invadan el espacio urbano fue cuestionada por algunos de los artistas participantes. De hecho, el pintor Facundo Fierro criticó que las orcas “prácticamente no se ven” en la primera planta del Museo Elder, ya que “están amontonadas”.

“Da un poquito de pena después del trabajo realizado por los artistas”, añadió, pero admitió que “la aportación de los autores es poner un poco su pincelada para defender el medioambiente” y tildó de “muy interesante” la experiencia.

Asimismo, en su intervención, Pepe Dámaso, que dedicó su obra al artista lanzaroteño fallecido César Manrique, recordó que el montaje de las esculturas de perros en Las Palmas de Gran Canaria fue una iniciativa “fantástica” y nadie “tocó” su escultura, localizada en la Avenida Mesa y López, una actitud que calificó de “ejemplar”.

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