Ben Magec cree que si Puertos de Tenerife “mete un sólo gramo de tierra” en el mar de Granadilla incurrirá en desacato
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 10 (EUROPA PRESS)
Ben Magec- Ecologistas en Acción ha valorado hoy durante una rueda de prensa celebrada en Santa Cruz de Tenerife que si a día de hoy, y a pesar de haber entrado en vigor la nueva Ley del Catálogo Canario de Especies Protegidas, se iniciara la obra del puerto de Granadilla en el mar, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife incurriría en desacato.
El portavoz de la organización, Toni Rodríguez, respondía así a las preguntas de los medios sobre un posible reinicio de las obras tras catalogarse la seba en el nuevo catálogo como una Especie de Interés para los Ecosistemas Canario sin que este represente su protección efectiva y que elimina los argumentos del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que paralizó las obras del puerto industrial en una posible afección a los valores ambientales del mar en este punto de la isla.
“Si mañana se reinician las obras, desde nuestro punto de vista, como metan un solo gramo de tierra en el mar es desacato y actuaremos en consecuencia, pero todo es posible”, declaró Rodríguez que aseguró que la organización a la que representaba iba a seguir los cauces “legalmente establecidos”. “Esto es que la Autoridad Portuaria como promotora de la obra tendrá que solicitar el levantamiento de la paralización cautelar en tanto que ya no hay objeto jurídico en el que basarse para la paralización, porque estaba basada en una orden derogada por esta nueva la Ley”, explicó el portavoz de Ben Magec.
“Ellos dicen que ya pueden iniciar las obras de Granadilla, nosotros entendemos que se ha de levantar paralización y remitirlo y tendrá que darnos posibilidad de argumentar” y decir que esta nueva Ley es “inconstitucional”. Rodríguez reconoció que la decisión del juez fue “pionera a nivel estatal” por parar una obra alegando interés ambiental. “Vamos a ver a donde llega el tribunal, el PSOE o el defensor del pueblo”, suspiró Rodríguez que reconoció que la paralización de las obras afectaba sólo al ámbito marítimo y no en tierra.