Los buzos intentarán sellar las entradas de agua
Los buzos que trabajan en el pozo donde el pasado viernes se encontraron unos restos óseos cuando se buscaba a Sara Morales, que desapareció en Gran Canaria en 2006, intentarán sellar las galerías que abastecen de agua el pozo como paso previo para tratar de sacar estos restos al exterior.
Así lo explicó ese martes la jefa Superior de Policía de Canarias, Concepción de Vega, quien acudió a la casona donde se encuentra el pozo para supervisar las labores policiales después de que a primeras horas de esta tarde se instalase una bomba de agua para drenar el mismo.
Los restos se encuentran bajo unos quince metros de agua y es necesario que el agua descienda hasta los siete u ocho metros para que los buzos puedan intentar sellar las compuertas de las galerías que lo abastecen, lo que constituye “nuestro caballo de batalla”, señaló De Vega a los periodistas.
La bomba drena a una velocidad de 25 metros por segundo y en las labores, que se prolongarán durante toda la noche, trabajan unos quince agentes de policía, entre agentes de los Grupos de Operaciones Subacuáticas, Subsuelos y Homicidios.
La máxima responsable policial ha señalado también que no se ha encontrado nada significativo porque se está empezando a sacar agua y “vamos solucionando los problemas a medida que se están presentando”.
Fuentes policiales han explicado a los periodistas que la bomba, que pertenece a una empresa de Telde (Gran Canaria), desagua a unos 200 metros de donde está el pozo y cuenta con unos filtros para evitar que se pierda algo de lo que hay en su interior.
