Coalición Canaria coloca en el Parlamento a un nacionalista español confeso
La desesperación de Coalición Canaria por conservar el poder y su presencia en la isla de Gran Canaria le ha llevado a que en la próxima legislatura tenga en su grupo parlamentario a un nacionalista español. Esta es una de las consecuencias de la alianza electoral entre Coalición Canaria y Unidos por Gran Canaria, llamada Juntos por Gran Canaria, que ha obtenido dos diputados por la isla redonda (en 2015 fue solo uno): Pablo Rodríguez, el consejero de Obras Públicas y vicepresidente del Ejecutivo regional (que repite), y Lucas Bravo de Laguna.
El que fuera consejero de Deportes en el Cabildo de Gran Canaria y alcalde en el municipio de Santa Brígida por el Partido Popular nunca ha escondido su orgullo por sentirse español. Basta remontarse al 8 de octubre de 2017, cuando la Societat Civil Catalana convocó una manifestación contra el independentismo: ese día acudió a una concentración en Las Palmas de Gran Canaria en la que se le pudo ver rodeado de banderas españolas. “Llevar la bandera de España no es una cuestión política como dicen, es de sentimiento”, ha llegado a afirmar en su cuenta de Twitter.
Esta postura contrasta con la de un partido nacionalista canario que se define como la única formación que defiende los intereses del Archipiélago en Madrid y que ha mantenido un duro enfrentamiento con el Gobierno central del PSOE durante la campaña electoral. Y además, el presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, que ha mantenido esta postura, defendió en una entrevista en 2009 (cuando era alcalde en la ciudad de La Laguna) que Canarias debe profundizar en el autogobierno hasta ser “un Estado Libre asociado”.
Sin embargo, a juicio de Lucas Bravo de Laguna, el espectro ideológico en el que se mueve Coalición Canaria no es incompatible con el nacionalismo español, porque “es nacionalista, pero constitucionalista”.
“Puedo decir con total tranquilidad que Coalición Canaria es el partido nacionalista, y con diferencia, que más ha defendido la Constitución y nuestro Estado de Derecho. En ningún caso ha puesto en duda la estabilidad de España, siempre ha sido muy colaborador. Otra cosa es que reivindique para Canarias los derechos de los isleños. Es normal y lógico. Pero Coalición Canaria no tiene ningún rasgo de independentismo como otros partidos en el ámbito nacional”, ha afirmado.
Si bien, el diputado por la alianza electoral de ambas formaciones ha matizado que “todo es opinable y cada uno pensará lo que considere”, remarcando que no pertenece a Coalición Canaria, sino a Unidos por Gran Canaria, formación en la que ocupa la Secretaría General. Su padre, el histórico José Miguel Bravo de Laguna, que empezó en la UCD y acabó presidiendo el PP en Canarias, es el presidente y fundador de esa formación, creada para estas últimas elecciones locales y autonómicas.
Del Partido Popular a Unidos por Gran Canaria
Lucas Bravo de Laguna puso fin a su trayectoria en el Partido Popular en 2017 tras representar a esa formación como concejal en Santa Brígida desde 1999, después de abandonar en primer curso sus estudios de Derecho. En ese municipio fue alcalde durante un mandato (2007-2011), y, tras revalidar su victoria al frente del Consistorio en 2011, decidió ejercer como consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria hasta 2015, durante la legislatura del Partido Popular, con su padre como presidente de la Corporación. Durante ese periodo llegó a ocupar la Secretaría General del PP en Gran Canaria.
Las diferencias entre José Manuel Soria, entonces líder del PP en Canarias, y José Miguel Bravo de Laguna hicieron que este decidiera abandonar la formación popular en 2015. La dirección del partido quería otra candidatura para encabezar la lista a las elecciones al Cabildo, una decisión que no compartía este histórico político grancanario que había regresado a la primera línea de la política isleña tras un paréntesis fruto de su ruptura con Soria.
Bravo (padre) llegó a ser uno de los referentes de Unión de Centro Democrático, después liberal en la coalición entre Alianza Popular-Partido Demócrata Popular-Unión Liberal y, posteriormente, presidente del PP de Canarias de 1991 a 1999. Así, en los últimos meses de su mandato al frente de la Corporación Insular (2011-2015), eligió fundar su propio partido.
De los ataques a la confluencia
En 2015, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, tachó de “tránsfuga” a José Miguel Bravo de Laguna y le acusó de aferrarse al poder y, por su parte, el que fuera líder del PP en el Archipiélago criticaba a CC por favorecer con “políticas sectarias a Tenerife”. Tres años después ambos ha formado una alianza electoral en Gran Canaria. Su hijo, Lucas Bravo de Laguna, renegó en 2015 de la decisión de su padre y confirmó que seguiría siendo leal al PP.
Durante su gestión como consejero de Deportes (2011-2015), se atribuyó el mérito de haber finalizado la construcción del pabellón deportivo Gran Canaria Arena, (donde disputa sus partidos el Herbalife Gran Canaria) para poder celebrar un mundial de baloncesto y la Copa del Rey durante su legislatura; sin embargo, los contactos para celebrar ambos actos, que conllevaban la construcción del pabellón, habían comenzando en 2008, durante el mandato del socialista José Miguel Pérez, que fue elegido presidente del Cabildo tras una moción de censura a José Manuel Soria, que presentaron PSOE y Nueva Canarias.
Además, este periódico destapó que desde las filas del PP, Lucas Bravo de Laguna adjudicó casi 300.000 euros a empresas relacionadas con su novia, la extenista profesional grancanaria Noelia Pérez. Aunque siguió en el PP en la siguiente legislatura, lo hizo desde la oposición, al vencer en 2015 Nueva Canarias, que gobernó con PSOE y Podemos.
En 2017, Lucas Bravo de Laguna renunció a su acta como concejal para ser socio mancomunado de B&M Sport, empresa creada en 2015 por su novia Noelia Pérez, proveedora asidua del Cabildo durante el mandato popular 2011-2015. Lo hizo sin finalizara el plazo de dos años por el que el régimen de incompatibilidades impide trabajar en el sector privado.
Una vez decidió integrarse en la formación creada por su padre, Unidos por Gran Canaria, de cara a las elecciones de 2019, faltaba decidir la alianza electoral. Se barajó que los Bravo de Laguna liderasen Ciudadanos en Gran Canaria, pero la formación naranja descartó esta posibilidad públicamente al mismo tiempo que pidió que se investigara desde el Cabildo los detalles de las contrataciones del exconsejero de Deportes a la empresa de su socia.
Finalmente, padre e hijo acudieron el 26M con Coalición Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, como cabeza de lista a la Corporación Insular (en la que el experimento nacionalista español y canario solo ha conseguido tres consejeros, mientras que, en 2015 y por separado, Unidos logró cuatro y CC 1 en 2015), y Lucas Bravo de Laguna, que tras ser concejal, alcalde y consejero, se iniciará como diputado en la Cámara.