El edil de Deportes impuso un césped de una empresa que le invitó a París
El concejal de Deportes de Mogán, José Daniel García Saavedra, revocó en 2004 por escrito la advertencia de sus técnicos de que una empresa ganadora de la adjudicación de un césped artificial en el campo de fútbol de Arguineguín estaba instalando una superficie de menor calidad a la ofertada en el concurso.
García Saavedra, imputado en octubre de 2007 a cuenta de este asunto por una presunta prevaricación, admitió ante el juez instructor del caso Góndola haber consentido el cambio de césped “observando el comportamiento del balón” y reconoció también que su decisión se debió a que vio ese césped en Madrid y en París, y que “fue invitado a Francia por la empresa Poligrás Ibérica y acompañado del concejal Silverio Hernández, con los gastos pagados de dicha empresa”, antes de iniciarse el concurso.
García Saavedra, tras recibir la advertencia de uno de sus técnicos, decidió revocar el informe de su puña y letra el 17 de agosto de 2004, y dejó constancia por escrito que Poligrás Ibérica “nos ofrece colocar la última versión del césped Prestige 65XT” y que “pese a tener menor número de puntadas que el ofertado en el concurso, considero que es de mejor calidad que aquél”, por lo que acordó él mismo instalar ese césped “pese a no ser el producto que ofertó en el concurso la empresa adjudicataria”.
Citado en mayo de 2007 por la Brigada Provincial de Información, su declaración ante la Policía queda interrumpida al advertirle los investigadores que podía haber cometido un delito y que recurriera a un abogado para seguir con el interrogatorio. Ya con asistencia letrada, el concejal se negó a declarar nada más y sólo y ante el juez instructor, el 29 de octubre de 2007, reconoció los hechos por los cuales está imputado por un presunto delito de prevaricación.
Ante José Alexis Reyes Negrín, José Daniel García Saavedra no supo contestar por qué no hizo constar las características de ese cèsped en el pliego de condiciones técnicas, y justificó el acuerdo personal al que llegó en agosto de 2004 porque “la obra llevaba retraso y había mucha presión, ya que más de doscientos niños se iban a quedar sin poder jugar al fútbol si se tenía que quitar el césped [para instalar el recogido en la oferta ganadora de Poligrás Ibérica], ya que este estaba casi en su totalidad instalado”.
García Saavedra admitió conocer el informe negativo del técnico Manuel Bueno, de 20 de agosto de 2004, pero “se sometió a la Junta de Gobierno que según su parecer era mejor dejar el instalado”. Por contra, negó conocer un documento firmado por otro de sus técnicos, Ramirez Ortega, de fecha 4 de noviembre de 2004 y que apunta en el mismo sentido negativo que el de Manuel Bueno, y que “nunca rompió ningún informe” al técnico, pero que recordaba haberlo dicho “que lo único que podía hacer era comprobar las puntadas del césped”.
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