El Gobierno de Canarias aprueba la delimitación de la zona arqueológica del 'Roque de la Abejera', en Tenerife
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 2 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de canarias ha aprobado el Decreto por el que se delimita la zona arqueológica del 'Roque de la Abejera', situado en el término municipal de Arona, en Tenerife. Este yacimiento, que ya cuenta con la declaración BIC, verá garantizado su ámbito de protección y conservación, necesarios en esta tipología de conjuntos rupestres, del que destaca atesorar los primeros casos documentados de grabados rupestres en la isla.
Su carácter de elemento geomorfológico singular, que destaca en el paisaje del sur de la isla, tuvo que tener --con toda probabilidad-- una significación especial dentro del sistema ideológico de la población prehistórica, que explicaría la presencia de las estaciones de grabados, cazoletas y canalillos.
Entre los justificantes concretos para la delimitación cabe destacar que se trata de un conjunto rupestre con una adscripción cronológica que se sitúa en el periodo prehistórico, extendiéndose hasta fechas posteriores a la conquista de la isla, resultando esencial mantener intacto el entorno natural inmediato en el que se localizan los conjuntos rupestres y yacimientos, no sólo para lograr una percepción visual más idónea, sino para conservar el ambiente físico-natural en cuyo contexto fueron ejecutadas estas manifestaciones culturales, al existir una íntima relación entre ambos.
Por otra parte, su elevada fragilidad y vulnerabilidad, indica establecer una zona de seguridad en torno a los afloramientos rocosos donde se ubican, que, además de asegurar la percepción plena de los conjuntos permita su protección frente a los procesos de expansión urbanística, y los usos y aprovechamientos que se vienen desarrollando en el área circundante.
Dado el carácter arqueológico del bien que se pretende conservar y proteger, y a tenor de la propia naturaleza de los restos arqueológicos, que suelen encontrarse sepultados y no ser perceptibles en superficie, se hace indispensable fijar un sector de terreno circundante a los conjuntos rupestres y demás vestigios arqueológicos documentados, que pudiera albergar restos materiales esenciales para su correcto conocimiento e interpretación.