El escultor Miguel Ángel Martín “desnuda” los entresijos de la imagen religiosa en su exposición 'Sensualidad rota'
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 27 (EUROPA PRESS)
El escultor palmero Miguel Ángel Martín “desnuda” los entresijos de la imagen religiosa en la exposición 'Sensualidad rota' que se encuentra en la galería de arte “veterana” --lleva 30 años abierta-- Magda Álvarez de Santa Cruz de Tenerife hasta el 8 de abril.
“'Sensualidad rota' --que surgió como idea que aglutina las piezas-- es el rótulo de esta exposición y en cierta manera nos habla un poco de cierta insistencia en los contenidos de la Iglesia Católica por romper o trastocar todos aquellos factores relacionados con la vida, con el erotismo, la sensualidad y la sexualidad”, ha explicado Martín en una entrevista concedida a Europa Press y en donde ha puesto como ejemplo de esta situación María 'sin pecado concebido' o los mártires Águeda y San Sebastián mutilados “por mantener su integridad y su pureza”.
Con piezas que recorren no sólo el último año, sino que incluye algunas de sus primeras obras datadas en 1989, de 2010-2011, Miguel Ángel Martín ha elegido como objeto de sus obras “elevar a categoría escultórica los entresijos de la imagen religiosa”. “Me pareció tremendamente escultórico”, ha subrayado.
“Lo que me preocupa es la complejidad de la forma como escultor. Desde hace años puse mi atención en hacer visible los entresijos no vistos de la imagen religiosa de vestir. Es decir, exenta de paños, de telas de joyas y elevar al lenguaje escultórico el maniquí interior que el devoto o el fiel nunca ve”, ha observado el escultor.
“Veo que las piezas participan de lo contemporáneo de las conquistas de la escultura contemporánea en ese gusto por el fragmento por el proceso, por la ambigüedad de los materiales, lo efímero (madera, telas, las piedras preciosas... ) y en cierta manera cuando uno habita el espacio que recogen estas esculturas en cierta manera es como si habitáramos un sacro desván del autor”, ha explicado el también profesor de Volumen de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna.
“En cierta manera, es como si reelaborara mi infancia, pero con una perspectiva de desilusión. Esta constante por la ruina y el deterioro quizás haga ilusión a un pasado inalcanzable pero que vivió en mi infancia a través de una fe crédula”, ha evocado el autor de la exposición que insiste que con su obra lo que hace es “un pacto” con su infancia.
“Le devuelvo otra espiritualidad. Se presentan con otra alma, con otra espiritualidad, en ese sentido de no fiarte de lo aparente que es donde está el auténtico sentido religioso del hombre”, ha recalcado el escultor que reconoce que detrás de las piezas que se pueden ver en galería de la calle Numancia,24 “hay una memoria histórica del autor”.
“Pienso que no se puede ser moderno si no se conoce la antigüedad. En un conocimiento profundo de la herencia histórica a partir de un conocimiento cercano de nuestro pasado podemos cuestionar y reinterpretar nuestro pasado. Las fuentes forman parte de la escultora barroca vivida. Me siento orgulloso de no recurrir a otra directrices que el mercado del arte ha impuesto, donde a mi juicio, en las grandes ferias se vende entretenimiento”, ha puntualizado.
“Aunque voy un poco en minoría o solitario me siento orgulloso de acudir a mis fuentes próximas y la historia mía sin acudir a directrices que se presentan en revistas donde se le quiere dar direccionalidad al arte, pero me siento cómodo así. Me parece que ser sincero con la historia de uno, al fin y al cabo es una forma de estar en el mundo”, ha recalcado el autor de piezas como 'Águeda' o 'Vaso Elegido'.
HEREDEROS DEL BIEN Y EL MAL
Aunque reconoce que no le gusta visitar las salas tras la inauguración, cree que quien se acerca a la galería de arte Magda Lázaro encontrará un repertorio de obras que invitan a la reflexión sobre los esquemas morales. “Como llamada sorda hemos convivido con ellos dentro del contexto de la cultura cristiana católica occidental, sobre todo, para quienes empezamos a mediar el siglo puede ser un recordatorio sobre patrones culturales que están muy presentes en nuestra educación”, ha reconocido el escultor palmero.
Reconoce que estos patrones perviven también en los jóvenes si bien su “iconografía fílmica” ha cambiado. “Los patrones del bien y el mal están presentes en un joven de 19 años con otra iconografía fílmica pero el nuestro viene del nacional catolicismo”, ha matizado Miguel Ángel Martín.