El PSOE temía el monopolio de Tierno Galván en las Islas
La arrolladora victoria del PSOE el 28 de octubre de 1982 con 202 diputados, cuya efeméride se conmemora ahora con la exposición 25 Años: el triunfo del cambio en la sede federal socialista de la madrileña calle Ferraz, tuvo también su intrahistoria. Un documento interno del archivo socialista, al que ha tenido acceso CANARIAS AHORA, revela que cuando Felipe González y Tierno Galván pugnaban por el liderazgo del partido en el interior, el primero se opuso en firme a establecer bases militares americanas en Canarias, mientras que el viejo profesor era considerado como más proclive a las tesis norteamericanas.
El documento forma parte de la transcripción de una entrevista corregida a mano por Felipe González. En realidad el encuentro fue multitudinario y se celebró en París el 21 de enero de 1976. Su audiencia era un centenar de periodistas de todo el mundo que estaban ávidos por conocer las opiniones de la oposición democrática tras el fallecimiento del dictador. Los españoles nunca fueron informados de ella ?aún estaba vigente la censura previa- pues la primera aparición de González en la televisión oficial se produjo el 18 de febrero de 1976, cuando se informó de la existencia del PSOE y de su líder en una noticia que duró 55 segundos.
Según este documento, González realiza en París una condena por la forma en que se llevó a cabo el proceso de descolonización del Sáhara y muestra su solidaridad con el Frente Polisario. Es entonces cuando revela que “nuestra federación en Canarias, y en días pasados el Comité Nacional, ha denunciado la posibilidad [y] la apetencia norteamericana de instalar bases en las Islas Canarias”.
Felipe González, que posteriormente negociaría con Estados Unidos la disminución de las tropas americanas en España al tiempo que negociaba la permanencia de España en la OTAN que había propiciado el Gobierno de Calvo Sotelo (UCD), dejaba así clara su oposición a que en el Archipiélago se estableciera una base militar norteamericana con carácter permanente. Y no lo hacía a humo de pajas: el diplomático Francisco Villar ha revelado en su libro El proceso de autodeterminación del Sáhara como el fallecido monarca alauita Hassan II había ofrecido a Franco, cinco años antes de morir, “bases militares en El Aaiún y Villa Cisneros para facilitarle la protección de las Canarias”, proponiéndole cooperar “en la extracción y comercialización de los recursos del territorio, después de la reintegración a Marruecos”. Franco se negó, pero el Gobierno norteamericano intentó mediar en el conflicto y ofreció como solución intermedia que las bases fueran americanas y estuvieran implantadas en las Islas.
Tierno Galván y la autonomía
Pero si Felipe González se mostraba tajante en esta cuestión, los socialistas del PSOE temían la mayor implantación de los partidarios del profesor Enrique Tierno Galván en el Archipiélago, cuyas posiciones estimaban proamericanas. Otro documento confidencial del archivo del PSOE desvela sus temores a que Tierno Galván intente liderar el partido en el interior: “mantienen agrupaciones, cuadros y esquemas de organización en diversas provincias, en algunos casos paralelamente a los que tienen los grupos conectados con Toulouse, y en otros como únicos grupos socialistas organizados existentes, como ocurre en Canarias, Baleares, Valladolid, Granada, etc.”.
El predominio socialista canario de lo que posteriormente fue el Partido Socialista Popular (PSP), primero independiente y luego aliado al PSOE, era juzgado con recelo por su “todavía más intenso apoyo yanqui” pues vaticinaban que el sector “tiernista” canario podría ser ante EEUU “más permeable a su influencia”, ya que sus integrantes, la mayoría procedentes de la Universidad, habían sido distinguidos “frecuentemente con becas, invitaciones y otras ayudas que no suelen ser dispensadas gratuitamente por el supercapitalismo estadounidense”.
Por último, en el texto que corrigió Felipe González de su puño y letra aparece tachada la frase: “y ofreciendo una opción de negativa [se refiere a las bases americanas en las Islas] y de estructuración socio-económica y política para Canarias, concediéndole el grado de autonomía que debe tener como zona diferencial”. Más adelante lo precisa cuando califica el independentismo como “inaceptable e inconcebible dentro de la evolución política de España” porque “nosotros pensamos que la solución para el problema regional o de nacionalidades es una solución federal, pero no una solución de independencia”.
