El sacrificio salarial de los trabajadores del ITC no despeja un futuro cierre

El agónico acuerdo in extremis alcanzado por los trabajadores del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) para evitar la disolución de la empresa pública no garantiza “por sí solo” la viabilidad de la misma, que debe acometer un plan de reestructuración para que no cierre en 2018.

Así lo ha asegurado en el pleno del Parlamento el consejero de Economía, Industria y Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, que ha sido duramente criticado por la totalidad de los grupos de la oposición al considerar que ha negociado con el comité de empresa en base a imposiciones que lindan con el chantaje.

“El ITC debe mantenerse, pero no a cualquier precio, por eso hay una reestructuración estratégica”, afirmó Ortega.

“Si hubiera sido una trabajadora me hubiera visto altamente humillada ¿qué diferencia existe entre lo que usted ha hecho y ponerle una pistola en la sien a una persona pidiéndole la bolsa o la vida? Supongo que no le habrá sorprendido que un sindicato haya interpuesto una querella por coacciones”, aseguró la diputada de Nueva Canarias (NC) Esther González.

Y es que todos los grupos han coincidido en lamentar que la única salida para acabar con el déficit del ITC haya sido una nueva rebaja de los sueldos de 150 familias, que optaban por esa decisión o por ir al paro.

“Me parece que las condiciones que se las impuesto han sido un chantaje y una extorsión”, insistió la diputada de NC, que recordó que otras empresas públicas como Canarias Cultura en Red, la Radio Canaria, Gesplan o Gestur también tienen pérdidas y a sus trabajadores no se les ha rebajado el sueldo ni se ha iniciado ningún trámite para disolverlas, como sí ha sucedido con el ITC

“¿Dónde está la responsabilidad de los directivos? Todo ha recaído en los trabajadores”, insistió González.

ITC VS. ITER

En parecidos términos, la diputada de Podemos Concepción Monzón consideró que ha habido un trato desfavorable por parte del Gobierno hacia el ITC con respecto al ITER, e incluso ha insinuado que el Gobierno ha estado en una estrategia de desmantelamiento del primero para potenciar el segundo. “Proteja el patrimonio tecnológico de Canarias y ponga en valor el capital humano que tenemos dedicado al I+D+i”, aseguró Monzón.

“Si este Gobierno apuesta de verdad por el ITC, digánlo, pero si no lo hace, digánlo también”, apostilló.

Una tesis que, “sin que sirva de precedente”, ha sido “suscrita” por el portavoz conservador, Jorge Rodríguez, para quien el Gobierno “debe pronunciarse de una vez por todas sobre si tiene la intención de que el ITC vaya de espaldas al ITER”.

“El ITC debe ser el corazón de la innovación en Canarias, pero no a costa de los trabajadores”, insistió el diputado del PP.

Hasta el socialista Gabriel Corujo, socio de Coalición Canaria (CC) en el Gobierno, retó a Ortega a “conseguir premiar a los trabajadores, a los que hay que dar las gracias, para que recuperen su poder adquisitivo antes de 2018 y usted consiga la financiación para salvar al ITC”.

“Sin el sacrificio de los trabajadores, el escenario actual del ITC sería desastroso”, dijo el socialista.

Solo el diputado nacionalista Pablo Rodríguez ha defendido la gestión del consejero en esta crisis, e incluso ha llegado a afirmar que hubo intereses internos en el ITC para enquistar las negociaciones ya que “no se dejó que los trabajadores votaran los seis planes anteriores al último”.

“Esta no es una guerra entre buenos ni malos ni un episodio más del caduco pleito insular, pero he visto falta de diálogo y de voluntad para llegar a un acuerdo”, afirmó el diputado nacionalista frente a las críticas de la oposición.

CONCIENCIA TRANQUILA

En este sentido, el propio consejero afirmó que “no hemos encontrado en las negociaciones voluntad y actitud en el enfermo para poder salir de la UVI, la situación de diciembre de 2015 era la misma que en 2013,pero algunos no actuaron igual, pues cuanto menos es curioso que los trabajadores pidieran votación secreta y que no hubiera nadie de la empresa” cuando se decidió aceptar la última propuesta para evitar el cierre salarial.

“Mi conciencia y la del resto del comité de dirección está en paz y tranquila, no sé si la de otros que han participado lo estará”, aseguró el consejero.

Y es que Ortega ha insistido en que la rebaja salarial solo es una forma de “ganar el tiempo” suficiente para poder emprender una reorganización y mejora de funcionamiento el ITC como única f´romula para “garantizar a medio y a largo plazo la viabilidad y, por tanto, el futuro de la empresa”.

Con todo, insistió en que la bajada del sueldo del personal del ITC concluirá el 1 de enero de 2018, y se recuperará el total del 14% de reducción salarial que se les aplicó el 1 de enero de 2014.

GOBERNAR PARA LOS EMPRESARIOS

Previamente a este debate, la portavoz de Podemos, Noemí Santana, acusó al Gobierno de despreciar al ITC y a la I+D+i en Canarias de solamente ejecutar 49 millones en I+D+I de los más de 96 presupuestados, “lo que significa que el Ejecutivo dejó sin ejecutar casi el 49 por ciento de los fondos, es decir 47 millones de euros”.

“El ITC continúa su actividad no por la implicación del Ejecutivo sino por el esfuerzo que una vez más realizan sus trabajadores, renunciando de nuevo a sus derechos labores, a pesar de que el Gobierno no es capaz de ejecutar todo lo presupuestado en investigación y desarrollo”, dijo Santana

La postavoz de Podemos dijo durante la pregunta de control al presidente que “usted apuesta la recuperación económica en lo de siempre, en el ladrillazo, y no en la innovación”, pues “la única verdad que ha dicho en este Parlamento es que usted gobierna para los empresarios”.

Para la portavoz de Podemos, el Ejecutivo de Clavijo solo invierte el 0,24% del PIB canario en I+D+i, aunque el realmente ejecutado fue del 0,12%, lo que significa que “Canarias es una de las regiones de Europa que menor esfuerzo está realizando en I+D+i”.

Clavijo negó los datos aportados por la portavoz de Podemos y aseguró que la ejecución presupuestaria de los fondos de I+D+I alcanzó el 95,5%, “un punto y medio por encima de la media nacional”.