Sánchez defiende que las buenas relaciones con Marruecos provocan una caída de la llegada de pateras a Canarias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado en el Congreso de los Diputados que la hoja de ruta con Marruecos ha abierto una nueva etapa con bases mucho más firmes, que aleja “crisis recurrentes que hemos vivido” y ha defendido los acuerdos aprobados en la última reunión de alto nivel (RAN) celebrada el pasado mes de febrero en Rabat.

Entre estos acuerdos, fruto del “nuevo clima de cooperación”, ha destacado la “eficaz” gestión compartida de fronteras comunes, el restablecimiento de las conexiones aéreas y marítimas, como por ejemplo las tres nuevas líneas aéreas entre Canarias y el reino alauita o la recuperación de la conexión marítima Fuerteventura-Tarfaya, y la reapertura gradual de la aduana con Melilla y la nueva de Ceuta, que va a impedir escenas “que no queremos volver a ver”.

Sánchez ha insistido además en los frutos de la gestión fronteriza y la cooperación en materia migratoria y ha recordado que los datos evidencian que la ruta atlántica es la única que decrece en llegada de migrantes: un 78% en el primer trimestre en Ceuta y Melilla y un 63% en Canarias, mientras, por ejemplo, en Italia ha subido un 300 %.

“Más que nunca tenemos una gran oportunidad de situar las relaciones con Marruecos bajo el signo de la cooperación genuina, basada en el cumplimiento sistemático de acuerdos”, ha remarcado.

Sánchez pide a quienes quieren una “política alternativa” con Marruecos, que la expliquen

Por otro lado, el presidente del Gobierno ha pedido a quienes quieran aplicar otra política alternativa en la relación con Marruecos que la expliquen a los españoles y que digan si es compatible con el programa de profundización de una “relación que es estratégica” para Ceuta y Melilla pero también para Canarias y Andalucía.

Se ha pronunciado así en el Congreso después de que la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, dijera el pasado domingo en una entrevista que Marruecos es una dictadura, afirmación que ha sido compartida por el líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, minutos antes de que empezara la comparecencia del jefe del Ejecutivo.

“Marruecos es un país amigo, fundamental para el desarrollo económico de España, nuestra puerta de entrada en África, un aliado esencial para nuestra seguridad y para la migración ordenada en nuestro país y el continente europeo”, ha defendido Sánchez.

Once muertos en la ruta canaria la última semana

A la representante de Coalición Canaria, Ana Oramas, no le ha gustado que Sánchez hablara de porcentajes en cuanto a llegadas de migrantes porque, según ha señalado “no existe ningún logro” en esta materia. Oramas ha asegurado que esta semana han muerto 11 personas en la travesía a Canarias y que Salvamar ha rescatado a 145. “Anoche llegaron a Canarias nueve cayucos, cinco de ellos estaban a la deriva”, ha apuntado la diputada, antes de indicar que en el último año han muerto 1.000 personas en la ruta al archipiélago.

“En la cuestión migratoria su progresismo se demuestra más falso”, le ha reprochado el diputado de CUP, Albert Botran, a Sánchez en su intervención. La formación independentista ha lamentado que España permita que Marruecos “siga haciendo el trabajo sucio de gendarme en la frontera” y que el presidente llame “querida Georgia” a la presidenta del Consejo de Ministros italiano que, una semana después del encuentro con Sánchez decretó “el estado de emergencia migratoria” en su país.

Las muertes de migrantes “no son accidentales”

La portavoz de Migraciones de ERC, María Carvalho, ha explicado que “cada día mueren más de cinco personas tratando de entrar en territorio español desde África” y que “más del 40% de las muertes de migrantes” han sido “en esta legislatura”. Y, en este contexto, ha lamentado que Sánchez salude a Meloni como “querida Georgia”.

La diputada ha recordado a Sánchez que las muertes de migrantes “no son accidentales” sino “fruto de las políticas” del Ejecutivo en esta materia que “blindan las fronteras”, las “militarizan” y “externalizan” su control, además de “criminalizar” y “despersonalizar” a los migrantes. “En esto se basan los acuerdos con Marruecos desde 1999”, ha lamentado Carvalho, quien ha calificado de “hipocresía inmensa” la actitud del España en esta materia.

Desde ERC han llamado al Gobierno a derogar la Ley Mordaza que “legaliza las devoluciones en caliente”; a luchar contra “la violencia” que, a su juicio, las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas ejercen en la frontera; y eliminar el “bloqueo” que sufren las personas que quieren solicitar protección internacional en el país.

Vías legales y seguras

También EH Bildu ha sido muy crítico con el presidente del Gobierno en esta materia. Su portavoz en este tema, Jon Iñarritu, quien le ha recordado que la “masacre” ocurrida en Melilla el pasado mes de junio es la “mayor tragedia” ocurrida en una “frontera española y europea de las últimas décadas” y que el Gobierno “no ha estado a la altura en su respuesta” a este suceso “limpiándose las manos y mirando hacia otro lado”.

Iñarritu ha lamentado que una legislatura que, a su juicio, comenzó “con medidas ejemplares” como la acogida al Aquarius y que continuó con la acogida a refugiados afganos y ucranianos, no haya tratado de igual forma a los subsaharianos que “tienen que huir en muchos casos de conflictos” y solo pueden llegar a España “saltando una valla o en una embarcación”. Para el diputado, es necesario abrir “vías legales y seguras” para estas personas desarrollando el reglamento que permite, a través de la ley de asilo, reclamar protección en consulados y embajadas de España en otros países.

El portavoz parlamentario de PNV, Aitor Esteban, por su parte, ha pedido al líder socialista que “no saque pecho de decir cómo ha disminuido la migración” y compare a España con Italia o Grecia, como si el hecho de que los migrantes vayan a otros países “solucione el problema”. Esteban ha recordado a Sánchez que de lo que se trata es de que este tema sea “una política europea”.

Pacto europeo de asilo

Mientras, sus socios del Gobierno, a través del diputado Antón Gómez-Reino han centrado su discursos sobre este tema en la necesidad de lograr el Pacto Europeo de Migración y Asilo, ante una Europa que, según ha indicado, cuenta actualmente con el 4% de la población mundial, cuando hace décadas suponía el 20%.

Gómez Reino ha explicado que “solo alguien enajenado por los discursos del odio puede decir, despreciando los derechos humanos y olvidándose de la necesidad imperiosa a nivel demográfico y de mantenimiento del Estado del Bienestar” que existe en España, “que no es necesario que vengan a construir las sociedades”. Y también ha recordado que “a Europa le irá bien, si a África le va bien”.

Y, en este sentido, ha apuntado que no se ha de negociar un pacto europeo en esta materia con dirigentes como Meloni o el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, sino que ha de ser un acuerdo “acorde a los derechos humanos y a las necesidades” de quienes llegan al país.

Las mafias

A estas intervenciones, Sánchez ha respondido señalando su deseo de que sea durante la presidencia española de la UE cuando se llegue a un acuerdo europeo en materia migratoria, pero ha pedido a quienes le “espetan” las muertes de migrantes en el mar que han de ser “objetivos” y reconocer que “los principales responsables” de las mismas “son las mafias que trafican con personas”.

En cuanto a la postura que tomará el país en dicho pacto, el presidente ha señalado que se trata de “mantener un equilibrio ente la responsabilidad y la solidaridad”, siendo esto último una actitud de la que, según ha explicado “algunos países que aplaude la ultraderecha no quieren saber nada”.

En este sentido, ha criticado quien habla de “levantar muros” entre los dos continentes y ha recordado que esto no se puede hacer en el Mediterráneo y ha señalado que el paso de una migración irregular a una regular se podrá lograr “reforzando la dimensión exterior del fenómeno migratorio”, es decir, “colaborando con países de tránsito y de origen”. Sánchez ha destacado, al respecto que España ha elevado a 4.400 millones de euros la ayuda a la Oficina de Ayuda al Desarrollo, un 165% más que en 2015.