Solicitan 10 años de internamiento psiquiátrico al acusado de apuñalar 43 veces a su ex novia en Gran Canaria
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 11 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía ha solicitado imponer un total de 10 años de internamiento en un centro psiquiátrico a A.P.L., acusado de asestar 43 puñaladas a su ex pareja sentimental el pasado 17 de julio de 2009 en la zona del Barranco de Balos, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria), una petición ante la cual tanto la acusación particular como la defensa mostraron su conformidad.
Además, durante el juicio celebrado hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas también se ha pedido la prohibición para el acusado de acercarse a menos de 500 metros de la víctima, acercarse a su domicilio o lugar de trabajo a menos de 500 metros y comunicarse con ella durante 20 años. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil, plantea que el procesado --que permanece en prisión desde el día de los hechos-- indemnice a la mujer con 25.000 euros.
Ante esta petición, el abogado de la acusación, Sergio Valentín Peñate, ha esperado que salga una sentencia satisfactoria para todos, puesto que “se trata de un enfermo mental”. “A nosotros, como representantes de la víctima, lo que nos interesa es la prohibición de acercarse a la víctima, lo que supondrá un refuerzo de su seguridad, que es lo que nos interesa”, declaró a los medios de comunicación tras el juicio.
“El internamiento --añadió-- como medida que deba establecerse va a ser, en todo caso, a expensas de los médicos, que establecerán exactamente cómo se encuentra como una medida de seguridad. La prohibición de acercarse durante 20 años a la víctima será lo que haga que esa sentencia sea efectiva”.
El letrado de la defensa, Rafael Tarajano, aseguró que A.P.L. se ha mostrado conforme con la solicitud de la Fiscalía, mientras matizó que lo que se ha pedido son 10 años “como máximo” de internamiento psiquiátrico, lo que quiere decir que podrá estar ese tiempo ingresado o menos, dependiendo de los informes médicos.
EL ACUSADO RECONOCE LOS HECHOS
En el transcurso del juicio, el acusado reconoció haber recogido en su vehículo su ex novia --con la que había mantenido una relación de pareja desde el año 2006 y que finalizó en el mes de junio de 2009-- sobre las 06.15 horas del 17 de julio de 2009 para que ésta fuera a buscar trabajo.
Al llegar a la altura de la Cooperativa de Tomates de la finca de Yeoward, frente a Casa Pastores, en la zona del Barranco de Balos, en Santa Lucía de Tirajana, el varón paró el vehículo y le dijo que se bajara.
Así, según el informe de la Fiscalía (hechos que reconoció A.P.L.) tras insistir, la mujer descendió del coche y el acusado, “sin dirigirle la palabra y de forma totalmente sorpresiva la abrazó y con un cuchillo que llevaba, con intención de acabar con su vida, le cortó el cuello, procediendo a continuación a darle numerosas y continuas puñaladas”, hasta un total de 43, por todo el cuerpo, sobre todo por la zona del tórax y espalda, sin que la mujer pudiera hacer nada más que interponer sus manos para defenderse.
Por su parte la víctima afirmó que mientras la apuñalaba, el hombre le decía que iba a morir y que como ella se defendía le preguntaba que por qué no se moría. Además, señaló que ella le preguntó que por qué lo hacía y que éste le dijo que porque no podía estar con otros hombres.
Al respecto, la mujer apuntó que nunca antes habían tenido episodios violentos pero que sí que sentía cierto maltrato psicológico, ya que, según declaró, cuando ella miraba a otro hombre, él le decía que si se estaba acostando con la persona que había mirado.
LA VÍCTIMA CONSIGUIÓ ESCAPAR Y SUBIR A UN COCHE
La agresión continuó hasta que pasó un vehículo por el mismo camino y la víctima consiguió subirse y huir, siendo trasladada hasta un centro de salud por el conductor del coche.
Mientras, el acusado en su vehículo acudió a las dependencias de la Guardia Civil de Vecindario, donde manifestó al agente que se encontraba en la puerta que acababa de apuñalar a su novia con un cuchillo y que era esquizofrénico, tirando el arma al suelo, por lo que quedó detenido.
Según los informes forenses, el procesado presenta un trastorno de esquizofrenia paranoide de larga duración con cuadro delirante en el momento de los hechos de tipo alucinatorio y persecutorio, que le produjo “una afectación significativa de la capacidad de comprender el carácter ilícito de los hechos o de obrar conforme a ese conocimiento”.