En Canarias hay 3.500 cuidadoras no profesionales de grandes dependientes y no tienen prioridad en la vacunación
Las cuidadoras no profesionales de personas dependientes no se encuentran entre el colectivo señalado como prioritario en la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad. En Canarias, hay 3.470 mujeres que se encuentran a cargo de personas con un grado alto de dependencia reconocido, o grado III. La asociación estatal de directores y gerentes en Servicios Sociales reprocha que no sean incluidas en el grupo III o IV de vacunación pese a tratar directamente con personas de riesgo.
Según los datos que maneja la asociación, extraídos de las estadísticas en materia de dependencia del IMSERSO, además hay 3.725 personas a cargo del cuidado de personas dependientes de grado dos, o con dependencia severa. En total se trata de 7.195 familiares que se dedican al cuidado no profesional en las Islas, en su gran mayoría mujeres.
Si se atiende a la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad, se establece que las personas que realizan un trabajo proporcionando cuidados estrechos a personas de poblaciones de riesgo en sus hogares (mayores, personas dependientes, enfermos, etc.) se vacunarán en el grupo 4. No obstante, aclara que en este grupo “no se incluyen los cuidadores no profesionales (familiares, convivientes…)”. Se trata del mismo patrón por el que se rige el Gobierno de Canarias.
La asociación de directores y gerentes en servicios sociales señala que en toda España son 133.679 cuidadoras no profesionales que deberían ser vacunadas por estar cuidando a las personas grandes dependientes en el Grupo 4. Se trata de una cifra que se eleva hasta 187.833 en el caso de las cuidadoras de personas con dependencia severa. La asociación además advertía este martes de que 313.000 grandes dependientes se encuentra a la espera de la vacuna y que más de 32.000 no tendrán prioridad en la vacunación al no haber sido valoradas ni tener resolución de dependencia reconocida.
No obstante, el Gobierno de Canarias ha señalado que sí incluirá en el grupo prioritario de vacunación contra la COVID a personas dependientes que aún no hayan sido valorados para recibir la prestación que les correspondería por la ley de dependencia. También priorizará a estas personas pese a que no hayan solicitado ninguna ayuda en el marco de esta ley. Así lo han explicado las consejerías de Sanidad y la de Derechos Sociales del Gobierno regional, que matizan que “la vacunación se realizará con independencia de la solicitud y de la situación jurídica de la persona”. Es decir, se tendrán en cuenta los informes que consten en su historial médico del Servicio Canario de Salud, utilizando el llamado Índice Barthel para determinar si una persona puede realizar por sí misma actividades cotidianas.
La larga lucha de las cuidadoras
Las cuidadoras no profesionales (personas que se dedican en exclusiva al cuidado de sus familiares dependientes) dejaron de cotizar a la Seguridad Social en 2012, año desde el que se priorizaron las prestaciones vinculadas al servicio, de manera que se contratara el cuidado de la persona dependiente a través de una empresa. Unas 140.000 mujeres se quedaron sin cotizar entonces en todo el país.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez recuperó años después la cotización para estas mujeres, que han vuelto a cotizar desde abril de 2019. El decreto reconocía que estas cuidadoras “en en muchos casos se ve abocado a abandonar su puesto de trabajo, y por tanto a interrumpir su carrera de cotización a la seguridad social, para cuidar de la persona dependiente”. Un informe del Instituto Canario de Igualdad también refrenda este hecho; las mujeres son quienes dedican más tiempo a las labores domésticas y al cuidado (brecha de 72,20 puntos). Ellas son las que solicitan en mayor medida excedencias para el cuidado de familiares en general (brecha de 68,22 puntos con respecto a los hombres).
La pandemia ha sacado a la luz el trabajo invisibilizado que realizan estas personas que cuidan de las personas dependientes. Las mujeres han explicado que realizan un doble esfuerzo durante: deben cuidar de sí mismas para no contagiar a la persona a la que cuidan, que son de riesgo por las patologías que sufren.
Cabe recordar que el calendario de vacunación se ha visto alterado por los retrasos en la llegada de las dosis. Por ello, desde la Consejería de Sanidad del Gobierno regional han informado de que se está priorizando, en primer lugar, que se pueda garantizar la segunda dosis a las personas que ya se la han puesto (mayores en residencias o centros sociosanitarios y personal de estos centros, principalmente), terminar de vacunar al personal sanitario y a la plantilla de los hospitales privados.
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