Seis años de depresión, tres décadas de sospecha
''Busco a mi hijo robado en el Materno en 1983. Éstos son sus hermanos''. La inscripción reza en las camisetas con las que posan Eloisa y José Antonio, una pareja que reside en el municipio grancanario de Ingenio. Una fotografía de sus dos hijos ilustra el mensaje. El más pequeño, Héctor, nacido en 1990, les acompaña y explica las premisas que han llevado a su familia a interponer una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Las Palmas para que investiguen el presunto robo de un bebé en el Materno Infantil de la capital grancanaria hace casi tres décadas.
El niño nació el 7 de abril de 1983 tras más de 7 horas de parto. Fue un bebé prematuro. ''Me lo pusieron en el pecho varios minutos y lloró. Me sorprendió el parecido que tenía con su hermana“, recuerda Eloisa. Posteriormente, lo trasladaron a la sala de incubación. A los quince minutos, según sostiene, una enfermera le comunicó que su hijo había fallecido por problemas respiratorios. ”Me dio un ataque de llanto, me sedaron y me dejaron en la misma sala porque había necesidad de hacerme un legrado“, relata.
Eloisa y José Antonio solicitaron ver el cuerpo de su hijo. ''Nos dijeron que no se podía ver, que tenía deformaciones en el pecho, pero yo lo había tenido entre mis brazos y era completamente normal“, asegura la denunciante.
Según consta en el certificado de exhumación expedido por los servicios municipales, el bebé fue enterrado en una fosa común del cementerio de San Lázaro. Sin embargo, pese a haberlo solicitado por escrito, no han logrado obtener una copia del archivo donde figuran todos los datos. ''Nadie lo vio muerto“, insisten.
Los acontecimientos sumieron a Eloisa en una depresión por la que recibió tratamiento durante seis años. ''Siempre me ha rondado en la cabeza que mi hijo está vivo, que me han engañado, hay datos que no concuerdan“, dice.
Estas sospechas le llevaron el pasado mes de septiembre a pedir asesoramiento a la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR). Desde entonces, ha acudido al Registro Civil y al Materno Infantil en busca de documentación que ayude a clarificar el caso. ''Cuando pasó todo, me fui a casa sin papeles y, ahora, no aparece nada, ni del parto ni de la muerte“, expone Eloisa.
El Registro Civil tampoco les ha transferido el legajo de abortos que debe contener el parte médico de defunción. A los bebés que viven menos de 24 horas fuera del vientre materno se les considera, por ley, ''criaturas abortivas o fetos“. ''El único documento que tengo es el examen que me hicieron al entrar, cuando me pongo de parto”, señala. Se trata de un escueto informe donde figuran sus datos personales y los resultados de una exploración.
''Cuando pedimos los papeles y no aparece prácticamente nada y vemos tantos casos iguales, decidimos movernos. Hemos encontrado muchos fallos y eso nos ha llevado a pensar que nuestro hijo sigue vivo. Estamos esperando una respuesta“, asevera Eloisa.
La denuncia por el posible robo del bebé entró en el registro de la Fiscalía Provincial de Las Palmas el pasado 28 de diciembre.
El caso de Eloisa y José Antonio se suma a las quince denuncias que ya se han presentado en Canarias por presuntas apropiaciones de menores, la mayoría relacionadas con la polémica de la Casa Cuna de Santa Cruz de Tenerife. Los servicios jurídicos del Colectivo Sin Identidad, integrados en la Plataforma Estatal de Niños Robados, también solicitaron que se investigara otro caso vinculado a la Clínica Nuestra Señora del Pino de Las Palmas de Gran Canaria. Varios de estos procedimientos ya han sido archivados, por falta de pruebas o por no determinar la persona a la que se dirige la denuncia.