Canarias debe tomar medidas para limitar la carga de población, según el catedrático Guillermo Morales
Canarias necesita adoptar medidas para limitar la carga de población, ya que a 31 de diciembre de 2024 se espera que reciba 17 millones de turistas extranjeros, según ha expuesto el catedrático de Geografía de la Universidad Carlos III Guillermo Morales, durante una mesa redonda sobre Reto demográfico en el marco de la Universidad de Maspalomas (Gran Canaria), de la que es director.
“Hay que tomar medidas que limiten la carga de población de Canarias, que a 31 de diciembre de este año recibirá la cifra de 17 millones de turistas extranjeros”, subrayó durante el análisis que realizó sobre los retos demográficos en el archipiélago y el fenómeno de la sobrepoblación, así como de la España vaciada, que afecta al 70% de la superficie del territorio peninsular.
En este sentido, señaló que Canarias “tiene más coincidencias” con la España sobrepoblada en áreas metropolitanas y el litoral, ya que en el archipiélago “solo hay una parte muy pequeña despoblada”, según ha informado la Universidad de Maspalomas en nota de prensa.
Respecto a la sobrepoblación, indicó que en Gran Canaria y Tenerife se concentra el 80 por ciento de la población, con una densidad muy alta y un 50 por ciento del territorio declarado como espacios naturales protegidos.
A ello sumó que Canarias tiene una tasa de natalidad “muy baja” y una tasa de mortalidad “más alta”, teniendo actualmente 2.260.000 habitantes, que incluyen los 400.000 habitantes que han llegado desde el exterior.
Por su parte, la catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad de León Susana Rodríguez Escanciano, que también participó en la mesa redonda, se centró en la despoblación y fomento del empleo en el medio rural, exponiendo que una ordenación territorial “sostenible, que priorice la supervivencia de los pequeños municipios afectados por una sangrante” despoblación, exige la implementación de unas políticas públicas “innovadoras y transversales, capaces de dinamizar la economía local de aquellos emplazamientos más afectados”.
Agregó que para impedir la progresiva tendencia de abandono de las zonas rurales hay que “pasar, necesariamente, por proporcionar oportunidades de empleo” en las actividades alineadas con la idiosincrasia del medio rural.
Por tanto, consideró necesario “aprovechar las ventajas del espacio geográfico de referencia” al igual, dijo, que sucede con la producción alimentaria de calidad, la ganadería, la acuicultura, la recuperación del patrimonio natural y arquitectónico, la silvicultura, la pesca, el avistamiento de aves, los recursos autóctonos, la artesanía local o la generación de energías verdes y los parques naturales, entre otros.
Todo ello, apuntó Rodríguez, “sin olvidar” la posibilidad de desarrollar cualquier actividad a distancia a través de las nuevas tecnologías digitales que permiten residir en los territorios alejados de los núcleos urbanos desarrollando la actividad laboral a través del teletrabajo, ya que “precisamente en estas zonas la oferta de inmuebles es amplia y el coste de adquisición o alquiler no es demasiado elevado, teniendo en cuenta el acusado éxodo de población experimentado en los últimos años”.
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