Caritas atendió a casi 12.000 personas el pasado año en Las Palmas
Cáritas Diocesana de Canarias atendió el pasado año en sus 120 parroquias y en los centros con los que cuenta en la provincia de Las Palmas a 11.658 personas en situación de pobreza y exclusión social, la mayoría “con rostro de mujer”, informó hoy su directora, Francisca Bonny.
Así consta en la memoria anual de Cáritas relativa a 2006, un “año intenso” en el que la institución hizo frente a un mayor número de asistencias respecto a las realizadas en 2005 debido, fundamentalmente, a las situaciones de vulnerabilidad y exclusión social que genera, cada vez más, la escasa formación básica de la población joven y el desempleo femenino.
Bonny destacó que Cáritas constata “un empeoramiento de las condiciones de vida y oportunidades de la mayoría de la población” y la inexistencia de “un reparto equitativo y justo de la riqueza”.
Agregó que en 2006, año en el que los 1.158 trabajadores y voluntarios de la institución atendieron a 402 personas inmigrantes, Cáritas detectó una mayor presencia de personas extranjeras necesitadas de ayuda básica, sobre todo en barrios como Guanarteme, La Isleta y el Cono Sur de Las Palmas de Gran Canaria, y también en el norte y sureste de Gran Canaria.
Francisca Bonny alertó asimismo del creciente arraigo de la pobreza en las personas trabajadoras y de la “alarmante” precariedad laboral y desempleo que se registra en Canarias, hechos que provocan, tal y como refleja la Encuesta de Hogares elaborada por el Istac, que el 45,2% de los hogares de las Islas tenga problemas para llegar a fin de mes.
La directora de Cáritas Diocesana de Canarias denunció también que en el archipiélago “se ha reducido el número de personas que reciben prestaciones sociales y de desempleo” cuyas cuantías son inferiores en las Islas que en el resto de las comunidades españolas.
Otro aspecto determinante de los casos de exclusión social que atiende Cáritas hace referencia a las carencias educativas que se detectan entre los niños de más corta edad.
Por eso, la institución demanda, en la campaña de sensibilización organizada con motivo de la celebración del Día de la Caridad, cuyo lema es “Los derechos humanos son universales, las oportunidades deberían serlo”, la universalización de la escolarización temprana y un incremento de las plantillas de profesionales de la educación en barrios y enclaves de las periferias.
La secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Dolores Correa, recordó que la tasa de pobreza relativa es mayor entre la población analfabeta e indicó que la institución ha detectado que crece el colectivo juvenil afectado por el abandono o el fracaso escolar.
Este fenómeno, dijo, “consolida un modelo de incorporación temprana al mercado laboral en situación de precariedad por parte de un colectivo juvenil numeroso que se encuentra con graves carencias formativas que impedirán su promoción y mejora laboral”, lo que los conducirá a una situación de vulnerabilidad que puede derivar en la exclusión social