Cáritas califica de ''hipocresía'' el rechazo del Parlamento a un centro de inmigrantes en Lanzarote
Cáritas Diocesana de Canarias criticó hoy la “insolidaridad” y “cruel hipocresía” que en su opinión revela el acuerdo del Parlamento regional contra la creación de un centro de inmigrantes en Lanzarote, “entre otras razones, porque la isla es Reserva de la Biosfera”.
Una circunstancia que no ha importado a las autoridades a la hora de permitir “el expolio especulativo de muchas de nuestras costas y paisajes a través de la construcción de hoteles, campos de golf, casinos, es decir, inmuebles que supuestamente también irían en contra de la conservación de cualquier reserva”, acusa la organización social en un comunicado.
En él se subraya que ese acuerdo del Parlamento, suscrito días atrás con el voto favorable de los partidos del Gobierno Autónomo, Coalición Canaria y Partido Popular, se enmarca en los “ejemplos cotidianos de la insolidaridad de muchas instituciones hacia los colectivos más desfavorecidos, en concreto, hacia las personas inmigrantes” que se ven “aquí, en la Comunidad Autónoma canaria”.
Algo que, unido a hechos como “la aprobación mayoritaria por los principales grupos políticos europeos de directivas represivas que criminalizan una de las características básicas del ser humano a lo largo de la historia: la capacidad y el derecho a migrar”, hace patente “la necesidad de impulsar políticas” que cambien el enfoque actual del fenómeno.
“Políticas tanto de cooperación y solidaridad con los países empobrecidos como de integración, sensibilización y concienciación en nuestra Comunidad Autónoma y en el resto del Estado español”, precisa Cáritas Diocesana.
Una organización religiosa cuyos representantes advierten, pese a sus críticas al acuerdo del Parlamento canario: “partimos de la base de que un centro de retención de inmigrantes siempre es un elemento trágico, producto de las terribles desigualdades de las que son víctimas muchos habitantes de nuestro planeta que no merecen ser hacinados o escondidos como basura incómoda a nuestros ojos”.
Ello, además, “en centros que no cumplen con las condiciones mínimas para atender a personas que, ya de por sí, han pasado un infierno para llegar hasta aquí”, agregan, desde Cáritas Diocesana, para concluir con un llamamiento: “abogamos, por tanto, por la acogida e integración de personas con medidas que proporcionen la supresión de conductas excluyentes”.