Cierran la panificadora en la que un trabajador 'sin papales' perdió el brazo

El vicepresidente segundo del Gobierno valenciano y conseller de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, destacó que la empresa de Real de Gandia (Valencia) en la que trabajaba el inmigrante boliviano que perdió el brazo y que fue abandonado por su jefe en las proximidades de un hospital, se encuentra “paralizada” porque “las cuestiones técnicas eran muy deficientes”.

Camps, que realizó estas declaraciones en los pasillos de las Cortes Valencianas al ser preguntado por este siniestro, precisó que las cuestiones técnicas que planteaban problemas en esta empresa eran “especialmente, las eléctricas, probablemente causa del accidente que sufrió el trabajador”, apuntó. Manifestó que “el día siguiente” al del suceso “ya se había personado la Inspección de Trabajo” en las instalaciones de esta firma, una panificadora del polígono de Real de Gandia.

Asimismo, el responsable autonómico consideró “absolutamente reprobable y condenable” la actitud del empresario, que no tenía dado de alta a este trabajador en la Seguridad Social y que lo dejó sólo en las proximidades del Hospital de Gandia. Actualmente se recupera en un centro hospitalario de Valencia.

Gerardo Camps criticó la actitud de “un empresario que tenía a una persona no dada de alta, que además sufrió un accidente laboral y que en vez de cumplir con la ley, lo que intentó fue evadir sus responsabilidades”. Destacó que “en estos momentos, esa empresa está paralizada porque las cuestiones técnicas eran muy deficientes, especialmente, las eléctricas, probablemente causa del accidente que sufrió el trabajador”.

El conseller destacó que además de la Inspección de Trabajo, la “Fiscalía también está actuando” porque, según explicó, “aquí no estamos sólo ante una falta de medidas de seguridad sino también ante un probable delito que haya podido cometer el empresario”. Indicó que “al menos”, el delito de “auxilio y socorro y, probablemente también, un delito contra la seguridad y salud en el trabajo”.

Indicó, al ser preguntado por si su departamento tenía constancia de la existencia de alguna denuncia por la situación de la firma en la que se produjo este accidente, Gerardo Camps sostuvo que no le consta “que hubiera ninguna denuncia”. Tras ello, subrayó que “si la hubiera habido, la inspección se hubiera personado inmediatamente” en sus instalaciones.

Economía sumergida

Por otro lado, respecto a si la administración valenciana tiene algún dato sobre las personas que podrían estar trabajando en empresas sin estar dados de alta, el titular de Economía, Hacienda y Empleo, comentó que “la economía sumergida es sumergida” porque “no se tiene constancia”.

“Nunca se sabe si hay o no porque si se supiera, se perseguiría, con lo cual no hay constancia de que haya determinadas empresas que tengan trabajadores irregulares”, señaló, al tiempo que resaltó que si se tuviera información de ello “inmediatamente se personaría la inspección de trabajo”.

Agregó que “la competencia en cuanto a afiliación de trabajadores y alta -en la Seguridad Social- es de la Inspección de Trabajo, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en este caso” y que “no es de la Generalitat”. Dijo que el Consell si que tiene competencia en materia de salud y seguridad laboral.

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