La lava se desborda en las dos coladas situadas al sur de la montaña de La Laguna

La lava se ha desbordado entre las dos coladas situadas al sur de la montaña de La Laguna durante la mañana de este martes en La Palma. Sin embargo, y a pesar de que la lava sigue fluyendo, el Cabildo de la isla ha informado de que lo hace por coladas antiguas, por lo que no está generando nuevos daños.

Poco después, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) informaba de un nuevo desborde de la lava que avanzaba por la colada primigenia, alimentando de esta manera la fajana. Tal y como se puede comprobar en un vídeo compartido en redes sociales, el material magmático ha caído por un lateral del acantilado hacia la playa de Los Guirres, un paraíso para los turistas y, especialmente, para los surfistas.

Según ha señalado David Calvo, portavoz del Involcan, es poco probable que esta lengua llegue al mar de forma inminente y forme otra fajana, ya que la lava parece insuficiente.

En las imágenes, también difundidas por Involcan, se puede observar que esta nueva caída de la lava por el pronunciado desnivel que existe antes de la playa de los Guirres está originando una columna de humo marrón.

El sistema europeo de satélites Copernicus ha aumentado este martes su estimación de la superficie afectada por la lava del volcán de La Palma hasta las 994,6 hectáreas, y a 2.595 las edificaciones destruidas, aparte de otras 127 parcialmente dañadas. Son 0,9 hectáreas y dos edificaciones más que hace dos días.

Se trata de la medición número 48 que realiza Copernicus desde que comenzó la erupción en Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre, con datos recopilados este martes a las 12.20 horas.

Terremotos

Por su parte, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado durante las primeras horas de este martes 36 movimientos sísmicos en La Palma, de los cuales el de mayor magnitud ha llegado a 3,8, y uno de ellos se ha producido a tres kilómetros de profundidad.

No obstante, la propia institución ha restado importancia a la ocurrencia en las últimas horas de varios terremotos a menor profundidad que la habitual, por debajo de los 10 kilómetros. Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN, ha señalado que “un solo terremoto no significa nada” y que para pensar en una nueva intrusión magmática “debería haber mucha más sismicidad” en esas capas más superficiales.

Domínguez ha indicado que “puede haber” seísmos más superficiales, pero insiste en que “uno solo en un enjambre con cientos” de movimientos no es indicativo de ninguna “evolución”.