La dirección de Radio Televisión Canaria muestra su apoyo a los dos reporteros a los que se impidió hacer su trabajo en Tunte

El ente público Radio Televisión Canaria mostró este jueves su apoyo a los dos reporteros que el día anterior fueron increpados por algunos vecinos en la localidad de Tunte (San Bartolomé de Tirajana) durante un acto de protesta por el traslado de personas migrantes que habían llegado días antes en patera a las costas de la isla de Gran Canaria. En un comunicado, la dirección de RTVC ha agradecido “el compromiso profesional” de la redactora Esther Pulido y el cámara Aday Déniz, “que a pesar de la hostilidad con que fueron recibidos, se atuvieron en todo momento a criterios estrictamente profesionales manteniendo la calma y haciendo un llamamiento al entendimiento”. RTVC ha recordado, no obstante, que una de las mujeres que saboteó la conexión pidió posteriormente disculpas.

“En su labor de servicio público, RTVC seguirá cumpliendo con su responsabilidad de ofrecer una información de calidad, neutral y veraz, alejada de partidismos e intentando siempre ofrecer todas las voces”, dice el comunicado del ente público. Los incidentes con estos dos profesionales se generaron a partir de que cundiera el rumor de que Televisión Canaria había llamado racista al pueblo de Tunte, algo que se confirmó luego falso. Al contrario, la periodista acababa de iniciar su conexión asegurando lo contrario, lo que no sirvió en absoluto para calmar los ánimos.

Durante una entrevista realizada la mañana de este jueves en Canarias Radio, Esther Pulido recordó que, tras volver la calma y aclarar a los manifestantes el propósito de la cadena autonómica de informar al Archipiélago sobre la situación, siempre en modo neutral y sin poner en cuestión la posición del pueblo, recibió unas palabras de disculpas por parte de las vecinas que la increparon, informa el ente.

Las informaciones publicadas sobre este incidente y, especialmente, un vídeo de Canarias Ahora en el que se aprecia cómo eran expulsados de la zona, generaron un movimiento de solidaridad hacia los dos profesionales de Televisión Canaria y duras críticas hacia los vecinos que impidieron que realizaran libremente su trabajo.