Educación y Bienestar Social se coordinan para lograr la total escolarización de menores migrantes el próximo curso
El pasado curso había escolarizados 2.188 niñas, niños y jóvenes migrantes en Canarias, donde se estima que han llegado más de 5.000. Su incorporación a los centros educativos es una oportunidad desde el punto de vista del enriquecimiento cultural, pero aún presenta importantes retos.
Profesorado canario e integradores sociales destacaron en un reciente reportaje en Canarias Ahora que la experiencia es positiva, pero que para avanzar en la inclusión y en el éxito educativo es importante reforzar el apoyo idiomático y emocional en las aulas. Los menores también destacan cómo ir a clase, la formación o el fútbol les cambia la vida.
Los consejeros de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias y de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, Candelaria Delgado y Poli Suárez, mantuvieron este jueves un encuentro con el objetivo de abordar la mejor manera de escolarizar a las niñas y niños migrantes que están llegando a las costas canarias. Durante la reunión, intercambiaron informes sobre la escolarización de menores migrantes no acompañados tutelados por el Ejecutivo durante el curso 2023-2024 y coincidieron en la necesidad de alcanzar la total escolarización de los mismos en el curso que se inicia dentro de un mes.
El consejero de Educación explicó los planes específicos que ha elaborado su departamento para conseguir la integración de estos menores en las aulas, iniciativas que ponen especial interés en la necesidad de que estos niños y niñas aprendan el idioma para que puedan acceder a las enseñanzas que les corresponden según su edad.
De acuerdo con los datos que aporta la Consejería de Educación, 2.188 niñas, niños y jóvenes migrantes estudiaron en las aulas canarias en el curso 2023-2024, de los que la mayoría (1.657) eran menores de 16 años y, por tanto, en edad de escolarización obligatoria.
Para atender sus necesidades, Poli Suárez recordó que, solo hasta abril, su departamento había ofrecido este curso 1.886 horas de apoyo idiomático (787 más que el anterior), con una inversión de 4,7 millones de euros.
Por su parte, Candelaria Delgado insistió en la necesidad de “contar con planes a medio y largo plazo” para estos niños y niñas y solicitó información sobre los cursos de profesionalización previstos, teniendo en cuenta que el resto de estos menores (531) se encuentran en la franja de edad entre los 16 y los 18 años, y que su principal interés es recibir formación profesional que les permita permanecer y trabajar en territorio europeo.
Ambos consejeros coincidieron en la necesidad de desarrollar acciones específicas de adaptación de contenidos destinadas a estos niños y niñas que, en algunos casos, nunca han estado escolarizados por proceder de zonas del continente africano en las que no se tiene acceso a este servicios esencial.
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