El Gran Telescopio Canarias completa su espejo primario
El espejo primario del Gran Telescopio Canarias (GTC) acaba de recibir el último de los 36 segmentos hexagonales que lo componen, convirtiéndose así en el mayor construido hasta la fecha para un telescopio óptico-infrarrojo, con más de 10 metros de diámetro.
Los técnicos acaban de colocar en el espejo primario del GTC, ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (en la isla de La Palma), el último de los fragmentos pendientes para completarlo, que lleva el nombre de “Sanguino”, en referencia a un árbol autóctono de Canarias, según informa hoy el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC)
El GTC, que pertenece a una nueva generación de grandes telescopios, y que tiene una capacidad de visión equivalente a cuatro millones de pupilas humanas, se compone de 36 espejos que pesan 470 kg cada uno de ellos.
Este enorme espejo funciona como una sola superficie de forma cóncava que concentra toda la luz, desde donde se envía al espejo secundario, dotado de un tamaño y proporciones mucho menores, y desde éste último, a su vez, a un espejo terciario, situado dentro de una torre central, que conduce la luz al foco deseado para su estudio.
La composición de los espejos se basa en un novedoso tipo de vitrocerámica, Zerodou, que evita que las imágenes se deformen, mientras que la precisión de las imágenes se consigue gracias a una red de mecanismos y sensores.
La construcción del Gran Telescopio de Canarias, impulsado por el IAC, está siendo realizada por la empresa pública “GRANTECAN”, en la que participan como socios la Comunidad Autónoma de Canarias y la Administración General del Estado.
Además, participan entidades como el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (IA-UNAM) y la Universidad de Florida (Estados Unidos).