Más de cinco sueldos mínimos: la implacable multa del Gobierno británico a los residentes que viajen por vacaciones al extranjero

Turista británico en en el aeropuerto de Tenerife Sur

Efe

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España ha levantado este martes las restricciones de entrada por vía aérea y marítima de pasajeros de Reino Unido pero ha prorrogado aquellas vigentes con los vuelos de Brasil y Sudáfrica hasta mediados de abril para controlar la expansión de las nuevas variantes del coronavirus. No obstante, el Gobierno británico está preparando una nueva legislación, que será votada este jueves en el Parlamento, para que los residentes del país que se vayan de vacaciones al extranjero tengan una penalización por ello: se enfrentarán a partir de la próxima semana a multas de 5.000 libras (5.789 euros).

Debido al alivio de restricciones en este sentido por parte de España, los ciudadanos de Reino Unido deberán a partir de ahora someterse a las mismas reglas del espacio Schengen, que obligan a llevar una PCR negativa para poder transitar entre países, según ha aclarado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. Por el contrario, el Ejecutivo ha optado por mantener las limitaciones a los vuelos procedentes de Brasil y Sudáfrica para tratar de evitar la expansión de las variantes detectadas en estos países, que “todavía tienen poca prevalencia en España”.

De esta forma, ha prorrogado por cuarta vez las restricciones, que entrarán en vigor desde las 18:00 horas del 30 de marzo hasta las 00:00 horas del día 13 de abril.

La norma solo permite como única excepción los vuelos que transporten a ciudadanos españoles y andorranos y residentes en ambos territorios, así como pasajeros en tránsito internacional a un país no Schengen con escala inferior a 24 horas sin que abandonen la zona de tránsito del aeropuerto español.

Negativa británica

Sin embargo, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, ha indicado este martes que los residentes en el Reino Unido que se vayan de vacaciones al extranjero se enfrentarán a partir de la próxima semana a multas de 5.000 libras (5.789 euros), según la nueva legislación que prepara el Gobierno británico y que será votada este jueves en el Parlamento. El país registró este lunes su cifra más baja de muertes diarias por el virus desde el pasado septiembre, con 17, por lo que teme la llegada de la cuarta ola con este levantamiento de las medidas.

La nueva ley, que endurecerá las restricciones para contener la propagación de la COVID-19, impone multas cuantiosas para quienes no tengan una razón de fuerza mayor para salir del país -algo que de hecho no está permitido desde enero-, y, de ser aprobadas el jueves, entrarán en vigor el próximo lunes.

Pese a que el Reino Unido mantiene relativamente bajos los números de contagios y muertos diarios por el virus gracias a su programa de vacunación, los positivos están aumentando en otros países de Europa, lo que ha puesto en alerta a las autoridades británicas.

En un principio, la hoja de ruta detallada por el Ejecutivo de Boris Johnson para proceder con la desescalada contemplaba permitir los viajes no esenciales a partir del 17 de mayo, como muy pronto. Sin embargo, según un borrador de ley que recogen hoy medios locales, salir del país sin una “excusa razonable”, como por motivo de trabajo o de educación, será ilegal hasta el 30 de junio.

Los personas que viajen desde Inglaterra a otra parte del Reino Unido con el objetivo de abandonar el país o se dirijan a un aeropuerto con esa finalidad también serán multadas con la citada cantidad.

En declaraciones hoy al canal Sky News, Hancock señaló que el grupo de trabajo gubernamental sobre viajes revisará las disposiciones sobre los desplazamientos al extranjero e informará de ello el próximo 12 de abril.

Apuntó que el plan del Gobierno para la desescalada “detalla que la fecha más temprana por la que se permitirán los viajes internacionales, sin uno de los motivos claros que se necesitan ahora, es el 17 de mayo”.

“Eso no ha cambiado”, puntualizó, aunque alertó de que todavía es “demasiado pronto” para saber cuál será la decisión final sobre las vacaciones en el extranjero, a causa del repunte detectado en las infecciones por toda Europa. “La razón es que estamos viendo cómo aumenta esta tercera ola en algunas partes de Europa y estamos viendo nuevas variantes”, dijo. 

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