Un millar de militares y 50 cazas de seis países ensayan en Canarias cómo “ganar el aire”
Cerca de un millar de militares pertenecientes a seis ejércitos europeos llevan a cabo estas semanas el ejercicio de adiestramiento y evaluación Ocean Sky 2023 en espacio aéreo de Canarias para ensayar cómo “ganar el aire” en situaciones de conflicto.
Así lo ha afirmado este miércoles a los medios de comunicación el coronel Rafael Hernández Maurín, jefe de la sección de adiestramiento y evaluación de este ejercicio, que busca preparar a los soldados del aire de los países participantes -España, Portugal, Grecia, Turquía, Italia y Francia- para posibles situaciones bélicas en base a distintos escenarios de preparación.
El objetivo es “ganar el aire”, es decir, lograr una “supremacía aérea” que dé cobertura a cualquier operación terrestre que se pueda llevar a cabo, en una operativa de entrenamiento “bastante compleja” que supone “una suerte de coreografía” en el aire en la que participan decenas de aviones de combate, siendo los cazas los más numerosos.
El espacio aéreo de Canarias es muy codiciado, según ha explicado el coronel, para este tipo de ejercicios de adiestramiento, que se celebran con carácter bianual en el archipiélago.
Y es que al sur de Canarias “hay un gran espacio aéreo de 200 por 160 millas que permite una mayor fluidez en estas operativas”, lo que da ventajas como volar desde cerca del agua hasta una altura ilimitada; gozar de unas perspectivas mucho mayores de uso que en otros espacios aéreos europeos, y un entorno meteorológico que da posibilidades para el uso de más tecnologías.
“Canarias es como un mini Ejército del Aire y del Espacio”, ha indicado el coronel, puesto que el territorio está dotado de casi todos los sistemas que tiene a su disposición Defensa, debido a la lejanía respecto de la península.
El medio centenar de aeronaves de los países participantes tienen estos días su base en la base aérea de Gando, en Gran Canaria, y en Lanzarote, y desarrollan las misiones en jornadas de hasta 12 y 14 horas de trabajo para preparar cada una de las acciones, ejecutarlas y analizar los datos obtenidos.
En los ejercicios hay un despliegue de alrededor de 800 personas, y se ha invitado a ejércitos extranjeros para que haya “una comunalidad” entre países de cara a acciones que, en su mayoría, actualmente son conjuntas entre distintas naciones.
El coronel Maurín ha recalcado que el piloto de las aeronaves de combate “es solo el final de lo que realmente hay detrás”, una gran cantidad de personas que se encargan de coordinar las misiones, de controlar el estado de las aeronaves y de montar un operativo que requirió de un mes de preparación.
Entre esas personas que participan en el ejercicio también se encuentran los controladores aéreos civiles que trabajan en el aeropuerto de Gran Canaria, quienes se integran en el planeamiento de las misiones para buscar la manera de evitar que la operativa habitual en el aeródromo se vea afectada, así como que puedan producirse incidentes.
Todos ellos están coordinados por un organismo europeo, del que forman parte los países invitados por el Ejército del Aire de España.
Este Ocean Sky 2023 se ejecuta desde mediados de octubre y se espera que concluya a finales de esta semana, después de 15 días de ejercicios de distinta índole, con escenarios de combate, control aéreo y rescate de personas, entre otros.
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