Muere Fernando Rosell, padre de la juez Rosell
Repentinamente, a la edad de 73 años, este sábado falleció en Valladolid Fernando Rosell Campos, ingeniero de Caminos, esposo de María Victoria Aguilar; padre de Ignacio, Fernando y Victoria Rosell Aguilar, esta última magistrada-juez de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria y viceportavoz nacional de la asociación Jueces para la Democracia. Y abuelo de seis nietos, importante decirlo: tres de Valladolid, dos de Las Palmas de Gran Canaria y uno de Londres, por los que se desvivía.
“Calcular un edificio o un puente, dirigir una obra y a las personas que la construyen, ver crecer la obra tal como se pensó, es muy parecido a ver crecer a los niños, enseñarles cosas, curarles si enferman”, escribía en la dedicatoria de un libro no hace muchos años.
Inteligente, sagaz, apasionado de las matemáticas, culto como pocos, pero sobre todo discreto, fue autor de varias publicaciones sobre su especialidad profesional, las obras hidráulicas y de saneamiento. Probablemente fuera el castellano que más sabía de las obras públicas en Castilla y León, particularmente del Canal de Castilla, del que escribió mucho. Y muchísimo de Valladolid, la capital del mundo que le acogió a él y a su familia, donde serán esparcidas sus cenizas.
Hijo de un humilde empleado de banca, nació en Madrid en 1940 y pudo estudiar Caminos con los sacrificios de entonces. La profesión, de la que fue siempre modesto ejerciente, le llevó por varios puntos de España, hasta acabar instalándose en el lugar que ahora le ha visto morir.
Siempre se sintió un hombre afortunado, enamorado de su mujer, de la que hablaba hasta cuando tocaba hablar del amor de los demás.
Su familia y sus amigos se reunirán desde la tarde de este sábado en el tanatorio de El Salvador, en Valladolid, para despedirlo. Este domingo, a las seis, sus restos serán incinerados y sus cenizas esparcidas luego en el Canal de Castilla. Descanse en paz.
