La OTAN radiografía las profundidades del océano con ayuda canaria y gaditana

Buque 'Alliance'

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

La OTAN concluyó este jueves en el Puerto de La Luz y de Las Palmas la campaña ALOMEx'15, que se ha desarrollado en el mar de Alborán y el área de la costa sahariana hasta el Cabo Bojador y que ha servido para recabar datos que permitirán conocer el océano y sus propiedades. Un recorrido en el que durante 1.500 millas se han medido las propiedades físicas del mar y sus estructuras físicas.

Desde el pasado 31 de octubre, cuando el buque Alliance -único barco propiedad de la OTAN, ya que los demás pertenecen a las armadas de los países miembros de la alianza- partió de Cartagena. la organización internacional ha estado probando nuevos sistemas de análisis del mar mediante láser, en concreto la tecnología LIDAR, aparte de emplear instrumentos de última generación como el espectrofotómetro polarimétrico, el perfilador de propiedades ópticas inherentes o los gliders.

Durante ALOMEx'15, científicos del Centro de Investigación Marítima de la OTAN y otros científicos (17 en total) probaron nuevas tecnologías para el conocimiento del océano y sus propiedades. Así, entre estos investigadores socios se incluyen miembros del Laboratorio de Investigación Naval estadounidense - Naval Research Lab -, especialistas en Puertos del Instituto Oceanográfico de Estados Unidos -Harbour Branch Oceanography Institute, que fueron quienes cedieron el LIDAR -, la Universidad de Padua y el Distrito de Tecnología Marítima de Liguria, también de Italia, mientras que por parte de España prestaron apoyo las universidades de Cádiz (UCA) y Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

La universidad andaluza ayudó en la modelización y la obtención de datos para los modelos físicos, mientras que la ULPGC estuvo presente de manera directa e indirecta. Directa porque proporcionó imágenes de satélite tanto de la zona sahariana como del mar de Alborán que permitían detallar los parámetros físicos y ópticos de esas aguas, mientras que de manera indirecta debido a que la responsable científica de la campaña, Violeta Sanjuán, fue estudiante de Ciencias del Mar de la universidad grancanaria. No es la única miembro del equipo científico con relación canaria ya que la belga Mascha Stroobant estudió en Tafira el Doctorado en Ecología y gestión de los recursos vivos marinos. Precisamente la escala ha coincidido con el 33 aniversario de la carrera de Ciencias del Mar y ha corroborado, como recalcan desde la universidad, que se trata de una de las facultades más importantes a nivel mundial.

Como Sanjuán esclarece, el LIDAR fue empleado por primera vez en este viaje para caracterización óptica. Se trata de un láser que permite obtener diferentes parámetros ópticos y ayuda a afinar a la hora de analizar las propiedades ópticas del agua. Ello da la oportunidad de analizar los cambios de temperatura de la columna de agua haciendo una radiografía al detalle. Aunque puede trabajar a más de 200 metros de profundidad, en esta campaña solo ha explorado hasta los 80, según señala Emanuel Ferreira Coelho, jefe del programa.

Fraser Dalgleish, profesor de la Harbor Branch, explica que con el LIDAR lo que se ha conseguido ha sido recopilar datos de las zonas más profundas del océano que no son accesibles desde la plataforma continental ni desde los barcos. Así, se han recopilado datos importantes para el modelado, para conocer las corrientes oceánicas, los procesos biológicos o los procesos físicos.

Aunque el láser puede trabajar de manera independiente, necesita el apoyo de los satélites para correlacionar las mediciones realizadas en las profundidades con la zona del océano rastreada. Pero como los científicos defienden, se trata del sistema más refinado que para la detención de objetos ayudar a mejorar parámetros de visibilidad, lo que tiene importancia en las operaciones militares o los campos de comunicación óptica y acústica, es multidisciplinar.

En cuanto a las muestras obtenidas, permiten, por ejemplo, predecir el cambio climático y conocer sus consecuencias, pero también saber con fiabilidad la concentración de algas que hay en el océano. Aparte, con ellas se pueden realizar predicciones del daño que pueden producir grandes tormentas o medir la energía que hay en el océano. “Conocer el futuro pasa por este tipo de campañas y de trabajos”, subraya Ferreira, quien añade que en el océano está toda la energía del ambiente, por lo que da indicios de cómo será el futuro del clima en 10-20 años. Aparte, en él se puede conocer el impacto de la población en el planeta. “Con los datos se puede medir el futuro, pero a corto plaza tiene uso militar, a medio civil y comunitario y a largo plazo al impacto ambiental del planeta”.

La importancia científica de Canarias

Cuestionado sobre la importancia de los mares de Canarias a nivel científico, Stroobant apunta que el agua que rodea el Archipiélago destaca por su envergadura a nivel científico tanto por su biodiversidad de la costa como por sus fondos marítimos y aclara que los océanos son “pulmones” para el planeta porque en ellos están “los bosques más grandes en los primeros kilómetros de profundidad”. Así, con la recolección de muestras se puede hacer “todo más sencillo”.

Esta científica belga comenta que también el fenómeno de la calima afecta al mar y lo han podido comprobar estos días en los que el polvo en suspensión ha partido del Sáhara. “Se sacaron datos interesantes sobre el fenómeno y sus efectos sobre el fitoplacton y la columna de agua”, sostuvo.

Por su parte, Sanjuán explica que tanto el mar de Alborán como la zona entre Canarias y el Sáhara son dos regiones altamente dinámicas por su características físicas. “Alborán por ser un intercambio de aguas mediterráneas y atlánticas generan unas estructuras muy interesantes y unos escenarios muy dinámicos que nos sirven para analizar situaciones extremas. También tenemos la costa sahariana ofrece remolinos y frentes con unos gradientes muy altos y campos bastantes dinámicos para analizar estas propiedades ópticas”, sostiene.

Mientras, Luis García Weill, miembro vinculado a la ULPGC y que ha sido uno de los encargados de suministrar al Alliance los datos de satélite en tiempo casi real, asegura que esta campaña permite mejorar la detención de objetos debajo del agua y clasificarlos, y a partir de las medidas ópticas se conoce la concentración de los componentes que están en el océano, por ejemplo las algas, que juegan un papel importante en el clima. “Estas medidas son útiles para conocer con más fiabilidad la concentración de algas que hay en el océano que están relacionadas con el clima, porque absorben gases del CO2”, resalta.

Mira las imágenes del Alliance en el siguiente enlace.

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