Los pacientes con enfermedad arterial coronaria que acumulan grasa abdominal duplican el riesgo de muerte

MADRID, 03 (EUROPA PRESS)

Los pacientes con enfermedad arterial coronaria que acumulan grasa abdominal tienen el doble de riesgo de fallecer que aquellos que almacenan la grasa en cualquier otra parte del cuerpo, según un estudio realizado por Clínica Mayo.

Los resultados, que se publicarán el próximo 10 de mayo en la revista del Colegio Americano de Cardiología, han analizado los datos de 15.923 personas con enfermedad arterial coronaria, que han participado en cinco estudios alrededor del mundo.

Los resultados indican que quienes padecen esta enfermedad y a la vez sufren de obesidad central (medida a través de la circunferencia de la cintura y de la proporción entre cintura y cadera) corren el doble de riesgo de fallecer. Esto, según destacan los investigadores, equivale al riesgo de fumar a diario un paquete de cigarrillos o tener colesterol alto, sobre todo, entre los hombres.

Asimismo, estos datos refutan la paradoja de la obesidad, un hallazgo desconcertante en muchos estudios, que muestra como pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) más alto y enfermedades crónicas como la enfermedad arterial coronaria tienen mayor probabilidad de sobrevivir que otras personas de peso normal.

“Se sospechaba que la paradoja de la obesidad obedecía al hecho de que el IMC no es una buena medida de la grasa corporal, ni ofrece ninguna perspectiva sobre la distribución de la grasa. El IMC sólo es una medida del peso en proporción a la estatura, pero parece que lo más importante es cómo se distribuye la grasa en el cuerpo”, explica la autora principal del estudio y miembro del departamento de Cardiología en la Clínica Mayo, Thais Coutinho.

En este sentido, el investigador principal del proyecto y director del Programa Cardiometabólico de la Clínica Mayo, Francisco López Jiménez, explica por qué este tipo de grasa sería más nocivo. “Se ha descubierto que la grasa visceral tiene más actividad metabólica y ocasiona más cambios en el colesterol, presión sanguínea y nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, la grasa que se ubica sobre todo en otras partes del cuerpo, especialmente en las piernas y nalgas, no presenta más riesgo”, detalla.

A la luz de estos resultados, los científicos afirman que los médicos deberían aconsejar perder peso a los pacientes con enfermedad arterial coronaria e IMC normal que tengan grande la circunferencia de la cintura o proporción alta entre cintura y cadera. La medida es muy fácil de usar, acota Coutinho, quien asegura que “todo lo que se necesita es una cinta métrica y un minuto del tiempo del médico para medir el perímetro de la cintura y cadera del paciente”.

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