Una parcela de historia en el corazón de Santa Ana

Solar norte de la catedral de Santa Ana. (CANARIAS AHORA)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

En el corazón de Vegueta, en el terreno contiguo a la Catedral de Santa Ana, una parcela de poco más de 600 metros cuadrados encierra más de cinco siglos de historia de Las Palmas de Gran Canaria.

El solar norte de la catedral ha vuelto a abrir sus puertas esta semana para mostrar a sus ciudadanos un pedazo de su pasado. El primer documento que hace referencia a esta parcela data de finales del siglo XV, cuando Martín González de Navarra legó los terrenos para la construcción de un hospital que acogiera a los “pobres de solemnidad”.

El enclave, hasta la fecha prácticamente desconocido para buena parte de los habitantes de la capital grancanaria, destapa la primitiva trama urbana de la ciudad y permite apreciar restos arquitectónicos que se han conservado de diferentes épocas.

Entre sus actuales cuatro paredes, se han hecho visibles las plantas del Hospital y de la Iglesia de San Martín, el callejón que constituía la única manera de conectar con el Barranco de Guiniguada o el empedrado de la plaza de los Álamos.

El recinto religioso era también lugar de entierro en el Antiguo Régimen. La intervención arqueológica iniciada en 2001 ha descubierto restos humanos que pertenecían a los estratos más desfavorecidos de la sociedad de la época.

En cada una de las fosas se llegaban a acumular cuatro o cinco cuerpos de adulto y dos o tres de niños y eran enterrados con fardos de lino o algodón y sin ninguna pertenencia, ya que el Hospital- Iglesia requisaba los bienes para sufragar sus gastos.

Los estudios realizados a los huesos encontrados en el solar norte de la catedral evidencian las carencias nutricionales de los menores enterrados en la antigua Iglesia de San Martín.

La parcela vivió una de sus transformaciones más importantes a finales del siglo XVIII. En 1781, Diego Nicolás Eduardo proyecta la Iglesia del Sagrario en la zona norte de la catedral, que incluía la construcción de un osario. Es en ese momento cuando se abre el callejón de San Marcial, lo suficientemente ancho para que pasara por él una carreta.

Con el osario, aparece la figura del perrero, que era la persona encargada de abrir las fosas para desenterrar los huesos y depositarlos en este nuevo espacio. Los restos hallados en el osario presentan niveles de conservación muy deficientes, por la humedad, la cal y por tratarse de un segundo entierro.

La construcción de la Iglesia del Sagrario se vio frenada por diferentes circunstancias históricas. La declaración de la Guerra de la Independencia en 1808 o la división provincial de Canarias en 1927 supusieron un lastre económico para el recinto.

En 2001, la Iglesia, con el apoyo de una institución financiera, decide acometer la construcción definitiva del templo del Sagrario, que se ha visto de nuevo parado por los recientes hallazgos arqueológicos.

Abierta x obras

La iniciativa Abierta x obras ha recibido una notable respuesta ciudadana. Alexis Trujillo, un historiador que se acercó este martes al solar para disfrutar de las visitas guiadas que ofrece el Cabildo de Gran Canaria, destaca la implicación de los habitantes de la capital. “Cuando uno viene aquí, se da cuenta de que cuando se ofrece una oportunidad de este tipo, la gente responde. Hay personas de todo tipo”, señala.

Para este historiador grancanario, “todo lo que sea difusión y promoción del patrimonio es bueno, se acerca al ciudadano, que es algo que no suele ocurrir de forma habitual”.

En la misma línea se manifiesta Marino Sánchez, otro de los visitantes. “Lo que más me llama la atención es que el Cabildo esté gastando dinero en esta iniciativa, porque normalmente las instituciones no se ocupan de estos temas”.

“En Gran Canaria no se explota el patrimonio como en otras Islas, está tirado en el suelo”, denuncia este vecino de Las Palmas de Gran Canaria, quien sólo echa en falta en estas visitas “unas pasarelas para ver los trabajos in situ”.

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