Spanair afirma que no se planteó sustituir el avión
Spanair no tuvo intención de sustituir el avión accidentado en Barajas en ningún momento, sino que se limitó a informar al aeropuerto y a todos los implicados en la operación de que, ante la eventualidad de que hubiera que cambiar de aparato, existía otro disponible.
Así lo asegura la compañía en un comunicado después de la comparecencia de este viernes en la Comisión del Congreso de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
La titular de Fomento indicó que, por los informes que tiene de AENA, podía señalar que Spanair quiso en un principio sustituir el avión accidentado el día 20 en Barajas por otro en el mismo aeropuerto al haberse detectado en él un fallo que hizo al piloto regresar a la zona de mantenimiento.
No obstante, la compañía aérea explica que, cuando el piloto del vuelo JK5022 Madrid-Gran Canaria solicitó volver a la plataforma, Spanair informó simplemente de que había otro avión disponible por si era necesario un cambio.
Según la aerolínea, el procedimiento estándar de cualquier compañía aérea ante cualquier factor técnico, operativo o meteorológico, es comprobar si se dispone de aviones de reserva por si es necesario proceder a su sustitución para minimizar inconvenientes y posibles demoras.
Entre 2 y 3 aviones de reserva
La compañía subraya además que programa entre 2 y 3 aviones de reserva en sus bases principales, según su volumen de vuelos regulares y chárter (hasta 350 vuelos diarios en temporada alta), para poder operar con “altos niveles de puntualidad”.
En el caso del vuelo JK5022, tras una evaluación inicial de la incidencia detectada y del tiempo estimado para su reparación, los técnicos de mantenimiento decidieron que no sería necesario el cambio de avión al tratarse de una reparación menor, que podría efectuarse en menos de 15 minutos.
La aeronave estuvo finalmente 33 minutos en plataforma, lo que, según la compañía, no justificaba un cambio que habría implicado un retraso superior a los 60 minutos para el desembarque de pasajeros, equipaje y carga aérea y su posterior embarque en un nuevo aparato, o incluso superior en el caso de que se perdieran los derechos de despegue.