''No es tiempo de lloro, sino de saber qué pasó''

Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK 5022, en una entrevista al programa El Correíllo de CANARIAS AHORA RADIO aclara que la asociación a la que pertenece, la única creada tras el accidente aéreo de Spanair, tiene dos objetivos fundamentales: saber qué ocurrió en agosto de 2008 y mejorar el mantenimiento de los aviones.

Vera recalca que lo primero sólo se consigue en los Juzgados. Por lo que no entiende cómo “hay afectados que siguen dos años después llorando en los medios de comunicación”. En cuanto a las mejoras de las aerolíneas, afirma que “sólo se consigue reuniéndose con los responsables de seguridad”.

Las decepciones comienzan con la clase política. El Gobierno de Canarias sólo estuvo presente los días posteriores al accidente, y sobre el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria Vera afirma sentirse ofendida por la carta en la que el alcalde Jerónimo Saavedra, pedía el retraso, no la cancelación, de una serie de televisión emitida hace algunos días por una cadena nacional. Sólo el Cabildo insular se ha sensibilizado con la recuperación de los afectados.

Y en esa recuperación Vera agradece la labor de todos los asociados. Gracias a sus perfiles profesionales (abogados, médicos, ingenieros...) la Asociación cuenta con los mejores asesores posibles. Porque como víctimas conocen de primera mano los hechos, siendo inmejorable su trabajo para aclararlos.

Vera sí ha echado en falta una guía de trabajo. Reconoce que es la primera asocicación de este tipo que se crea en España, por lo que han tenido que partir de cero recurriendo a agrupaciones de otros países europeos para conseguir asesoramiento.

Sobre los abogados americanos, la presidenta de la Asociación de Afectados afirma que “hasta ahora no han hecho ninguna labor de provecho”, y teme alguna maniobra para conseguir rentabilidad económica de su trabajo.

En definitiva, Vera sólo quiere que todo se aclare. Que aunque no se haya podido grabar la conversación telefónica en la que se logró convencer al piloto de que despegara, el resto de evidencias sean suficientes para “acabar con la cultura de echarle la culpa al muerto”.