Los trabajadores de la Clínica Capote consideran ''lógicos'' los traslados
El representante de los trabajadores de la Clínica Capote, Carlos Moreno Garriga (CCOO), admitió este sábado, tras el traslado de los pacientes hospitalizados a otros centros de la capital tinerfeña, que la situación del centro “ya era insostenible” y que había que darle una “solución rápida”. No obstante, recalcó que lo único que no se puede consentir es el cierre, “porque éste es un recurso clave”, y denunció que, aunque la Consejería de Sanidad “ha sido conocedora del problema”, esto ha pasado por su “desidia”.
Moreno hizo estas declaraciones después de que el departamento regional emitiese un comunicado en el que anunciaba la medida tras haber detectado que en las condiciones actuales, los pacientes “no pueden ser atendidos adecuadamente”. Esta decisión ha sido adoptada una vez recibido un escrito en la Dirección del Área de Salud de Tenerife, donde una parte del Consejo de Administración de la entidad mercantil Clínica Capote solicitaba medidas para atender a las personas ingresadas, alegando “imposibilidad de garantizar la atención sanitaria de los hospitalizados”.
“Debieron intervenir antes. El Servicio Canario de Salud deberá adoptar las medidas necesarias que garanticen que este centro no cierra sus puertas. Si no, no nos quedará otro remedio que pensar que detrás hay oscuras maniobras de otra índole, probable negocio especulativo e inmobiliario, por lo que la Consejería tiene la pelota en su tejado y tendrá que decir qué se hace con ese recurso”, expresó este sábado Carlos Moreno.
A su juicio, “el problema ya no es éste, pues dada la incapacidad clara de los empresarios de llevar esta empresa, lo que ha sucedido es lógico”. Así, señaló que el problema es ahora “el día después”, es decir, qué sucederá con un recurso asistencial “imprescindible” para el servicio sanitario público que cuenta con medios para “resolver problemas claves”. Moreno precisó que el poder político tiene “contactos” con el poder económico y puede conseguir quien financie este centro “y lo lleve adelante para evitar cerrarlo”. En este punto, señaló que, si no tiene viabilidad, que sea la Administración pública quien lo adquiera y lo gestione, como en su día hizo con el Hospitalito de Niños.
“Crónica de una muerte anunciada”
Carlos Moreno achacó a la “pasividad y desidia” de la Administración que se haya llegado a este punto, pues indicó que los trabajadores solicitaron a la Consejería una reunión para tratar el tema “al menos en cinco o seis ocasiones”, con el fin de “evitar que el centro 'se caiga'”. Sin embargo, hizo hincapié en que nunca hubo respuesta.
Sobre el hecho de que haya sido sólo una parte del Consejo de Administración el que ha solicitado esta actuación, el representante de los trabajadores recordó que la falta de diálogo entre los accionistas ha sido una tónica en los últimos años, de tal forma que sólo una parte de los socios quería sacar la empresa adelante para que ésta continuase con su actividad.
“Si esto no se corregía, era la crónica de una muerte anunciada, porque la situación ya se presentaba insostenible y es ahí a donde se ha llegado, debido al nivel de deterioro del patrimonio”, expresó, precisando que la actitud de los propietarios “debió de ser otra”, en el sentido de que tuvieron que haberse puesto de acuerdo y adoptar las medidas necesarias.
Carlos Moreno hizo hincapié en que los propios trabajadores, semanas atrás, mediaron una solución con los propietarios que pasaba por la convocatoria de una Junta General de Accionistas, que sería el próximo 12 de noviembre y que había sido aceptada por todas las partes. En ese encuentro se habría abordado el “abandono real en sus funciones” de la parte empresarial, pues la Clínica estaba siendo gestionada “prácticamente por los trabajadores”.
Asimismo, todas las partes habían aceptado votar a favor de una ampliación de capital a modo de “inyección económica” para resolver los problemas del centro. No obstante, dijo, “no se ha llegado al día 12 por lógica, debido al abandono real del conjunto de los propietarios”. Carlos Moreno calificó también de “lógica” la situación actual de “deterioro”, lo que ya había sido advertido por los propios empleados dada la posible amenaza que suponía para la atención asistencial de los pacientes.
En esta línea, aseguró que todo esto no ha cogido por sorpresa a los trabajadores “en absoluto”, a pesar de que albergaban la esperanza de lograr un consenso entre los empresarios en conflicto.
Condiciones “indignas”
A pesar de que los trabajadores del centro fueron informados de que los traslados se llevarían a cabo este viernes, decidieron que se mantendrán en sus puestos “con la misma lealtad, implicación y empeño” que han sufrido debido a unas condiciones “denigrantes”, resaltó Carlos Moreno, quien además trasmitió el “desasosiego” que desde hace “mucho tiempo” existe entre los empleados.
“Ha sido muy duro para ellos. A veces no había pan, leche o jugo para el desayuno, y había que buscar a algún accionista para que diese el dinero para que los trabajadores, con el carrito de la compra, trajesen lo necesario. Los pacientes no dejaron nunca de desayunar, nunca se vieron sin sábanas o sin ropa para cambiarlos, pero día a día a golpe de 'falta esto', 'hay que traer”, expuso.
En este punto, quiso insistir en que los profesionales del Hospital “han ido más allá de sus funciones y su preocupación fundamental han sido siempre los pacientes, por encima de su empleo”. Moreno Garriga remarcó que los trabajadores han duplicado turnos en unas condiciones que, afirmó, han rozado lo “indigno”, y en su momento llegaron a plantearse solicitar un despido colectivo.
En estos dos días, los socios de la empresa tampoco se han puesto en contacto con los empleados. Sólo uno de los accionistas lo ha hecho en las últimas semanas y ha sido para garantizar los sueldos de este mes y que haya ropa para los pacientes hospitalizados.
“Alta tecnología”
Los trabajadores de la Clínica Capote se concentraron el pasado 16 de octubre en las puertas del centro para denunciar públicamente la situación. Durante ese acto, Carlos Moreno insistió en que la empresa es viable por, entre otros motivos, su ubicación en el centro de Santa Cruz, su dimensión, su infraestructura, su tecnología, la preparación de su plantilla “y porque tiene mercado”.
Añadió que, entre otros medios, dispone de medios de “altísima tecnología”, como la gammacámara, el escáner, pruebas diagnósticas -neumofisiología, radiología o ecografía, densitometría, mamografía-, unidad de diálisis, plantas de hospitalización con unas 70 camas, cuatro quirófanos, servicio de urgencias y consultas. “Podría tener resonancia magnética, pero la empresa que la instalaría no lo hace por miedo a no tener una actividad continuada”, añadió.
El representante de los trabajadores hizo hincapié en que el mercado “no va a faltar en ningún momento porque, desgraciadamente, las listas de espera continuarán”, al tiempo que resaltó que la plantilla y los medios “están preparados para especializarse en la necesidad que, en cada momento, puede tener la sanidad pública”.