Vázquez Figueroa expone en el Campus de Excelencia su modelo de desaladora
Alberto Vázquez Figueroa es uno de los escritores más vendidos y leídos del mundo. Sus novelas han vendido más de 25 millones de ejemplares, pero a parte de la literatura, su gran pasión es la ingeniería y el desarrollo de ideas que, como explicó que le enseñó su “maestro” Jacques Costeau, “son las mejores por ser las más simples”.
Vázquez Figueroa puso el punto polémico este miércoles en el Campus de Excelencia de Fuerteventura cuando denunció el rechazo del Gobierno español a dos grandes proyectos suyos que en un caso permitirían generar energía y desalar agua del mar a un precio 23 veces inferior al que se paga en la actualidad y en el otro “acabar con cualquier incendio forestal en Galicia, Cataluña o cualquier comunidad que tenga mar y montañas cerca de la costa”.
Desalar agua a un precio muy inferior al actual
La primera idea de Vázquez Figueroa, que cuenta con el apoyo de empresas como Red Eléctrica, supondría utilizar el agua de mar para una central hidroeléctrica. Cualquier montaña cercana al mar que alcance los 600 metros de altura serviría para aplicar su idea, que junta los conceptos de la eficiencia energética, la tecnología de la desalación y la generación hidroeléctrica, una de las más limpias y baratas que se conocen. Así, el proyecto desarrollado por Vázquez Figueroa (que él mismo afirma que no es un invento dada su simplicidad) consistiría en subir durante la noche grandes cantidades de agua de mar a una central ubicada a la altura mencionada.
Se haría de noche aprovechando la gran cantidad de energía que se desperdicia en España por la noche, y que acaba siendo tirada por la baja demanda de consumo cuando la gente duerme (un 18% de la energía generada en España durante la noche acaba tirándose). Así, ya en el día siguiente, y en las horas del día en que exista en la red más demanda energética, el 80% del agua subida al depósito de la central se lanzaría de nuevo para abajo (para el mar, finalmente) y de ella se generaría energía que volcar directamente a la Red.
Con el 20% restante, y aprovechando que los 600 metros exigidos surgen de que con 60 atmósferas de presión se puede realizar el proceso de ósmosis para desalar el agua, se obtendría una gran cantidad agua desalada a un coste, asegura el escritor, de 3 céntimos el metro cúbico. “Generamos energía que reciclamos de la que se tira por la noche y además desalamos agua”, resumió el escritor, asegurando que con ello “equilibramos la curva energética nacional”.
En estos momentos, explicó el autor de novelas como Tuareg, Ébano o Fuerteventura, el gobierno español ha rechazado todas las iniciativas que les ha ofrecido “gratuitamente”. “Son unos sinvergüenzas”, dijo el escritor, que explicó que ha presentado incluso sus proyectos a las compañías españolas que tienen en sus manos el negocio de la desalación y que su respuesta fue que perderían su negocio si generasen agua tan barata. “Nuestros accionistas no lo permitirían”, dijo Vázquez Figueroa citando la respuesta que recibió de los ejecutivos.
El caso es que el agua desalada de la central del escritor vale 3 céntimos el metro cúbico, y en estos momentos, el coste del agua desalada para las grandes empresas es de aproximadamente 48 céntimos el metro cúbico, que venden después a 70 céntimos el metro, es decir, cerca de 23 veces lo que cuesta el agua del proyecto del novelista.
“¿Somos un gobierno socialista o somos un gobierno socialista dirigido por las grandes empresas?”, se preguntó el escritor, que recordó que “no me callo ante estas situaciones porque vivo de millones de lectores que me pagan para no callarme”.
Tras esto, el escritor cargó directamente contra la ministra Cristina Narbona, que canceló el pasado lunes su presencia en el Campus prevista para mañana jueves. “En tres años y medio que lleva en el cargo no ha sido capaz de redactar una Ley de Aguas de 40 páginas”, dijo el escritor, ironizando con que “El Quijote se escribió en un año, y a ella no le estábamos pidiendo el puente sobre el río Kwai”, sino una ley para hacer más accesible el agua en España. “Son unos sinvergüenzas, y si niegan lo que digo, que me denuncien”, dijo, que consideró que la ausencia de la ministra “seguramente es para evitar que le digan las cosas claras”.
Perú desarrolla su idea de desaladora
Así, ante el rechazo que encuentra en España, Vázquez Figueroa está ya en tratos con países como el Perú, que le permitan demostrar la bondad de su idea no sólo para la desalación de agua sino para hacer más eficiente el consumo energético del país. Por lo pronto, Perú ya ha pedido cuatro grandes plantas que desarrollarían el sistema desarrollado por el escritor. Una de ellas ya tiene ubicación, a 323 kilómetros al norte de Lima.
Será de las más grandes, y estará a un kilómetro del mar, aprovechando un volcán de 1.144 metros. La construirá Petrobras, una de las grandes compañías que lideran el uso del biodiesel. Su coste, calcula Vázquez Figueroa, será de unos 220 millones de euros, será capaz de producir 600 megawatios diarios y producir hasta 100.000 metros cúbicos de agua desalada.
Toda esta central desarrollada por el equipo técnico del escritor tiene un coste que dobla lo que supondría construir desaladoras de las habituales para alcanzar una cantidad de 100.000 metros cúbicos. Sin embargo, el precio al que permitirá desalar el agua y generar energía compensa en poco tiempo la inversión.
Incendios
El otro invento de Alberto Vázquez Figueroa es el que, según afirma, permitiría que en las zonas de España que tengan mar “no haya más incendios forestales”, y que cualquier incendio que se produzca pueda ser extinguido en un plazo máximo de 15 minutos. El escritor detalló que su proyecto consistiría en tener depósitos de agua de mar a 200 metros de altura, que además de hacer energía eléctrica, permitirían distribuir más agua en depósitos situados en los bosques que, al detectarse un incendio vía satélite, alzarían unas torres que extinguirían los conatos.
Según Vázquez Figueroa, el secretario general de Territorio y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, precisamente la persona que sustituye mañana en el Campus de Excelencia a la ministra, fue el que rechazó la idea del novelista.