Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Podemos decir la verdad
Actualmente en Podemos, estamos inmersos en nuestro proceso de organización interno a nivel insular y autonómico. Esto significa que vamos a finalizar nuestro modelo de trabajo como partido y a mover ficha para luchar por la ciudadanía de cara a las elecciones municipales, insulares y autonómicas de este año.
Es importante recalcar, que durante este proceso mucha gente ignora lo que se va a votar del 9 al 13 de febrero, y no, no es la cara bonita e impoluta de una persona que queda bien o da imagen al partido, ni la experiencia que tiene el representante como político para “vencer a la casta”, ni mucho menos es el programa electoral que se vende por un lado y otro como si las elecciones internas del partido permitiesen crear un programa electoral sin el consentimiento del resto de compañeros.
No es absolutamente nada de eso, y todo esto viene dado por el continuo mensaje que se está dando a la población tinerfeña y canaria en general sobre lo que “ofrecen” algunas personas/listas a la ciudadanía a cambio de su servil voto.
Lo que vamos a votar, es un documento político-organizativo que va de la mano de cada candidato a secretario general (sea insular o autonómico) y una serie de personas que deberán acatar dicho documento y trabajar en base a este en pro de la ciudadanía.
Podemos decir la verdad, y esa verdad es que no estamos aquí para volver a engañar a los ciudadanos, que vamos a echar a los corruptos y sus negocios fraudulentos, que tenemos que recuperar las instituciones públicas para el beneficio de todos y que en definitiva, vamos a ser un cambio real de lo nuevo sobre lo viejo, lo obsoleto y que nunca ha funcionado.
Podemos decir que somos coherentes, que una vez nos organicemos, estaremos en condiciones de recoger todo el malestar ciudadano para poder crear un programa electoral con el aval de la población de las islas. Con esto, vamos a tener un programa realista, que se base sobre todo en las necesidades actuales de la población, y que son ellos los que nos van a usar a nosotros para hacer campaña electoral y ganar las elecciones, y no al revés.
También podemos decir que somos un partido joven, inexperto, y que por tanto podemos generar miedo o inseguridad, pero que podemos ganar y demostrar que no estamos aquí de paso, que venimos a quedarnos y a escuchar a la gente que se ha cansado de partidos sectarios, manipuladores, vendedores de humo, que pactan con quien les interesa donde les interesa y que realmente son el origen de todos nuestros problemas.
Es más, podemos desenmascarar a todo aquel que se acerca con ese tipo de ideologías peligrosas dentro de Podemos, pues no queremos “jefes” que vengan a imponernos que hay que votar en bloque y que no, que se venden como algo nuevo y con ADN “100% Podemos” cuando sus propuestas son las mismas que tuvo en su partido donde militó hace x años.
Tampoco queremos a gente que dice ser de Podemos colocándose una simple chapa y luego pacta con gente de otros partidos su posición dentro del partido, o que durante el proceso municipal lanzan dardos envenenados contra otras candidaturas y mágicamente en el proceso insular y autonómico están sonriendo juntos y posando en la foto del periódico de turno.
Pero lo que no se debe hacer, bajo ningún concepto, es vender humo y falsas expectativas. Dentro de podemos no hay cabida a las personas que vienen a buscar un sitio cómodo para dirigir, utilizando todo tipo de artimañas, ataques, llamadas, votaciones en bloque y demás tácticas de la vieja política, para desplazar a personas totalmente válidas dentro de este proyecto, y cuya finalidad no es otra cosa que volver a hacer lo que han hecho en el pasado y nunca les sirvió para obtener el poder que tanto ansían.
No debemos dejar que nos ciegue una finalidad, pues resulta maquiavélico hablar de derrotar a la casta permitiendo que una nueva “casta” intente apropiarse de Podemos, sea por pactos con sus “enemigos” meses atrás, por “unidad popular” (que para algunos es pactar la organización INTERNA de Podemos con otros partidos para las elecciones), o a base de telefonazos, donde incluso se pueden permitir el lujo de desplazar a la gente que ha trabajado diariamente en Podemos en las islas acusándolas de no ser validas, no servir para la política, no entender lo que es Podemos, no tener experiencia política previa, etc.
Siempre Podemos decir la verdad, y esa verdad es que todas las disputas, titulares de prensa, acusaciones y peleas que han logrado dañar la imagen de Podemos en las islas durante los últimos meses, vienen provocadas por unas pocas personas que en estos días se han vendido como los salvadores y promotores de la “ilusión por el cambio”, los que ofrecen gente “especializada” para dirigir Podemos, que tienen “programa electoral” bajo sus brazos, y que, curiosamente, ninguno se está presentando como candidato a secretario general en ningún lado.
No nos engañemos, precisamente el bochornoso espectáculo municipal vino de mano de estas personas, y tampoco se presentaron como candidatos a secretarios generales (bueno, algunos sí).
Muchos pensarán que decir la verdad es dañar la imagen de Podemos, pero no lo creo en absoluto, pues mentir es cosa de la vieja política, al igual que ocultar las disputas internas y cerrar filas. Estas cosas son las que los ciudadanos deben votar, primero leyendo el documento político-organizativo de cada candidato, y posteriormente informándose sobre quienes son realmente cada uno de los aspirantes al tan codiciado puesto de dirección en Podemos.
La finalidad de Podemos es devolver a las personas el poder político en todos los niveles, y no que unos cuantos “privilegiados”, “ilusionados por el cambio”, “expertos para servir a la ciudadanía”, “avalados por Pablo Iglesias” sean los que decidan que “se puede” hacer y si tiramos por “la izquierda” en todos los sentidos de la “unidad popular”.
Al final, son los compañeros de Podemos (aquellos que están inscritos y tienen criterio para votar sin que les digan a quien, es decir, todo ciudadano normal) los que tienen la última palabra. Y quien sabe, a lo mejor somos unos cuantos locos los que pensamos que podemos debe de ser de todos y no solo de unos cuantos.
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