Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Los vecinos, arquitectos de la capital
Una ciudad es siempre el espejo de los vecinos que la habitan. De sus inquietudes, de su vitalidad, de su comportamiento, de su compromiso social, de su solidaridad… Santa Cruz de Tenerife puede presumir de tener un movimiento social muy potente, vertebrado a través de las más de 700 asociaciones inscritas en el registro municipal correspondiente. Asociaciones que constituyen un activo fundamental para la ciudad y sin cuyo concurso no es posible diseñar el proyecto de capital que queremos. Estos días he tenido la oportunidad de constatar –una vez más– la pujanza de este movimiento ciudadano, en unas jornadas celebradas en torno al proyecto de participación ConRed.
Resulta un orgullo para el Ayuntamiento contar con un tejido asociativo tan dinámico, que continuamente aporta ideas para mejorar la ciudad. Y, al mismo tiempo, constituye una obligación para la corporación potenciar esos canales de comunicación con las entidades ciudadanas. Pero más allá de las reflexiones teóricas y de los desarrollos normativos, en este caso, como en muchos otros, el camino se demuestra andando. El grupo de gobierno municipal tiene un claro mandato: escuchar siempre la opinión del vecino. Está demostrado que aquellos asuntos que nacen de la colaboración leal entre el Consistorio y los vecinos, que se desarrollan en común y que culminan con la plasmación de las propuestas planteadas por los ciudadanos, son una garantía de éxito.
Un buen y reciente ejemplo que sirve para ilustrar los beneficios de esa gestión compartida lo tenemos en las obras de la calle Lombardía, en el barrio de María Jiménez. Allí, en ese lugar, el Ayuntamiento ha terminado de arreglar la zona después de los graves desperfectos que provocaron las lluvias del 19 de octubre del año pasado. Lo ha hecho con la participación activa de los vecinos que, durante todo el proceso, han realizado sugerencias y planteado propuestas, que han sido asumidas y que han mejorado el proyecto original.
Son los vecinos quienes mejor conocen la ciudad y las necesidades de cada calle, de cada zona, de cada distrito. Por eso, en el Plan de Barrios que estamos poniendo en marcha, la participación de los vecinos va a resultar fundamental para el diseño y ejecución de las obras. Porque si se trata, como efectivamente pretendemos, de mejorar la calidad de vida de los vecinos con la realización de pequeñas pero importantes actuaciones –la gran política de los pequeños detalles– sería impensable soslayar su opinión respecto a sus propias necesidades.
Esta manera de proceder responde a un compromiso sincero y, además, constatable, por contar con la participación activa de los vecinos en la gestión de aquellos proyectos o servicios que les afecten directamente. Un compromiso que haremos extensivo al proyecto de un plan de inversiones para el Distrito Suroeste, que será una suerte de nuevo plan Urban para la zona. Esta idea, para la que el Cabildo intentará captar fondos de la convocatoria abierta por la Unión Europea, tiene una particularidad: deberá estar avalada por un amplio proceso participativo. Estoy convencido de que ese, precisamente, no será obstáculo para acceder a este programa, y los colectivos sociales de los barrios implicados darán sobradas muestras de su dinamismo con la aportación de numerosas propuestas.
El Ayuntamiento de Santa Cruz, en todo caso, seguirá dando voz a quienes conocen profundamente la realidad del municipio para que entre todos, vecinos y Consistorio, sigamos construyendo la mejor ciudad posible, la ciudad que queremos y a la que aspiramos. Ellos son, definitivamente, los arquitectos de la capital.
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