El Ayuntamiento de Santa Cruz y la patronal del metal Femete apoyan que la reparación naval se quede en el puerto capitalino

Vista aérea del dique del Este, en el puerto de Santa Cruz de Tenerife

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

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El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, gobernado por CC-PP, y la patronal del metal Femete han respaldado este lunes que la actividad de reparación naval que realiza la empresa Tenerife Shipyards en la isla se mantenga en instalaciones portuarias de la capital y por lo tanto no sea trasladada, ni en su totalidad ni en parte, al puerto de Granadilla, algo que la citada compañía considera que conduce a la pérdida de empleos y a la huida de importantes inversiones en Tenerife.

El traslado de esas tareas especializadas al recinto de Granadilla es una decisión que baraja la Autoridad Portuaria tinerfeña, presidida por Pedro Suárez.

El alcalde José Manuel Bermúdez expresó su apoyo decidido el mantenimiento de las actividades de reparación naval en el puerto capitalino, en sintonía con las demandas planteadas por los trabajadores del sector, de manera especial por la plantilla de Tenerife Shipyards.

Bermúdez recibió el viernes pasado en el Ayuntamiento a una representación del comité de empresa de Tenerife Shipyards, que le mostró la preocupación de los empleados ante el eventual traslado de esa actividad al puerto de Granadilla.

El alcalde se mostró partidario de la continuidad de la reparación naval en el puerto capitalino, no solo como garantía del mantenimiento de los puestos de trabajo, sino como elemento básico para la diversificación de las actividades portuarias y, como consecuencia, para una mayor competitividad, se indica en una nota de la Corporación capitalina.

Tenerife Shipyards es una empresa que presta el servicio de reparación a los buques y plataformas de Ensco, la principal compañía mundial para la extracción de gas y de petróleo.

Con el apoyo de las organizaciones empresariales

Para la patronal Femete, en la línea de lo planteado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, “sería un gravísimo pecado que nuestra isla pierda 700 empleos”, en alusión al anuncio de Tenerife Shipyards sobre cuál sería el impacto laboral si saliera adelante la intención de la Autoridad Portuaria de llevar esa actividad al sur.

El presidente de Femete, Alberto Villalobos, que anunció la mediación de esta patronal para solucionar el conflicto que ha surgido entre la Autoridad Portuaria de la provincia tinerfeña y el astillero Tenerife Shipyards, dijo que “nos desconcierta que se haya bloqueado la instalación de un dique flotante en el puerto capitalino, lo que permitiría atender barcos de forma continua y, por lo tanto, generar puestos de trabajo estables.

Villalobos indicó que “nuestra sorpresa aumenta por que la Autoridad Portuaria mantiene una apuesta firme y decidida por la industria de las reparaciones navales. ¿Entonces? ¿Qué está pasando? ¿Por qué el retraso de más de dos años en autorizar esa instalación en la dársena del dique del Este?”, se preguntó el mismo dirigente empresarial.

Desde Femete, añadió, “ofrecemos nuestro máximo apoyo a Tenerife Shipyards, una empresa con capital cien por cien canario. Al mismo tiempo, entendemos que la Autoridad Portuaria pretenda desviar tareas de mantenimiento y de reparación naval al puerto de Granadilla para descongestionar el de Santa Cruz, pero no a cualquier coste: además de no crearse 700 empleos, se estiman unas pérdidas de unos 50 millones de euros en tres años”.

Por esas razones, se expone en la nota de Femete, “consideramos extremadamente necesario que la Autoridad Portuaria desbloquee la autorización del dique con carácter de urgencia. Para lograrlo, mantendremos una reunión con su presidente, Pedro Suárez”, aseguró el responsable de Femete.

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