De la Guerra Civil a la pandemia, Canarias se queda sin Carnavales en la calle por primera vez desde 1937

Carnaval de 2019 en Santa Cruz de Tenerife (izquierda) y la misma zona de la ciudad, vacía en plena pandemia de COVID-19

Karen Estévez / María Rodríguez Santana

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El Carnaval en Canarias es, en realidad, un Carnaval de calle, de cabalgata, de orquesta, de coso, de mascaritas y viudas llorando a su sardina, de disfraces y baile hasta el amanecer. La COVID-19 ha llegado para poner en cuarentena la razón de ser de la que una vez se llamó Fiestas de Invierno para eludir la censura en pleno franquismo: todos los carnavales se han cancelado este 2021 de pandemia, en su lugar, se pondrá en marcha el experimento del Carnaval Virtual, una tirita que, sin salir de casa, ayudará a “mantener viva la llama”, pero que no consigue sanar la herida en el pueblo isleño, que cuenta los días para disfrutar del ritmo de la batucada al aire libre.

Las Fiestas de Interés Turístico Internacional y Nacional de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria ahora se trasladan a la pequeña pantalla y a las redes sociales. Ambos ayuntamientos han trabajado en la producción de varios programas que se emitirán a lo largo de la semana en Radio Televisión Canaria (RTVC) y Radio Televisión Española (RTVE) y que pretenden llevar a los hogares la esencia del Carnaval. También localidades como Ingenio, en Gran Canaria, o La Orotava, en Tenerife, trabajan en la construcción de sus carnavales virtuales que se retransmitirán por las plataformas sociales del municipio.

Es un hecho que, pese a las intenciones de los ayuntamientos isleños por mantener la esencia del Carnaval, las pérdidas económicas ante la cancelación de la fiesta en la calle vuelven a sumar piedras sobre las espaldas de distintos sectores, ya muy golpeados por la crisis que ha generado la pandemia. En este sentido, Santa Cruz de Tenerife estima que la cancelación del Carnaval tendrá un impacto económico en la ciudad de unos 35 millones de euros y que afectará, en gran medida, a la restauración, los hoteles, el comercio y el subsector textil.

Para compensar de alguna manera la situación, el Ayuntamiento de Santa Cruz ha presentado un presupuesto que mantendrá las subvenciones a los grupos y talleres, con el objetivo de preservar los puestos de trabajo vinculados al Carnaval. No obstante, el PSOE, en la oposición de la capital tinerfeña, ha desvelado recientemente que el gasto total asciende a los 2,3 millones de euros. En un comunicado, aseguran que es “inexplicable” que el Carnaval tradicional cueste unos tres millones y que el virtual, que no celebrará actividad en la calle ni necesita de infraestructuras o seguridad, ascienda a estos 2,3 millones de euros. Por ello, piden explicaciones al grupo de Gobierno que desglosa los costes en 850.000 euros destinados a los grupos del Carnaval y 1,4 millones para la producción de cinco galas televisivas que se emitirán a nivel nacional e internacional.

Es evidente que la no celebración de esta fiesta histórica tiene consecuencias para todos aquellos que participan en ella. “El carnaval es una fiesta que genera economía y es una industria muy fuerte la que se mueve en torno a ella: diseñadores, maquilladores, empresas de iluminación y sonido, de montajes de escenarios, tiendas de complementos y de disfraces y un largo etcétera que se ha visto afectado desde el pasado año con la cancelación de los carnavales del sur de la isla y de otros municipios”, asevera la concejala del Carnaval del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Inmaculada Medina.

No obstante, la responsable de estos festejos afirma que este año, “toca cuidarnos y cuidar y, cuando todo pase, ya nos preocuparemos de salvar las fiestas”.

Una cancelación histórica

Tal y como apunta el cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Ledezma, 2021 será el segundo año en la historia del Carnaval chicharrero en el que se suspenda la fiesta en la calle. Primero fue en 1937, cuando España convulsionaba por la Guerra Civil (1936-1939) y los contendientes se batían en la batalla del Jarama, en aquel febrero frío. Desde entonces, han sido 84 años ininterrumpidos de Carnaval, el que se convirtió en Fiesta de Interés Turístico Internacional en 1980 o el que batió el récord Guiness en 1987 por el mayor llenazo en un concierto al aire libre, sumando hasta 250.000 personas congregadas en la capital para disfrutar de la actuación de Celia Cruz y la Billo's Caracas Boys.

Por su parte, la capital grancanaria celebra este año el 45 aniversario desde el reinicio de estas fiestas, prohibidas en Las Palmas durante el franquismo, con un primer parón histórico por la COVID-19. “Alguna que otra vez se ha tenido que suspender un acto en concreto por circunstancias meteorológicas, por ejemplo, pero es la primera vez que no se celebra un carnaval, en su totalidad, en esta ciudad”, lamenta la concejala.

La riqueza cultural ha sido uno de los motores de la que es una de las fiestas más antiguas de la capital grancanaria. Este carnaval también tuvo un impás durante la represión del franquismo, época en la que las Fiestas de Invierno fueron una vía de escape que permitió a algunos canarios disfrutar de su sentimiento carnavalero, aunque, eso sí, siempre a puerta cerrada en fiestas privadas o sociedades recreativas, y sin mucho ruido. Después de la dictadura, el carnaval volvió para quedarse.

En 1976, explica Medina, los canariones salieron a la calle disfrazados e incluso se empezó a elegir a la Reina del Carnaval en el Teatro Pérez Galdós, gracias, en gran medida, a los carnavaleros de Tenerife, que unieron sus fuerzas para contagiar a la isla vecina de todo lo cosechado a lo largo de los años. Entre las voces cantantes de este contagio festivo, la del director de la murga histórica Ni Fú Ni Fá, Enrique González, fallecido en 2010. “Enrique era un carnavalero de pro, un hombre creativo, que lideró el viaje a Gran Canaria y que, entre otras cosas, puso los cimientos de la murga Los nietos de Kika”, cuenta a este medio el actual presidente de la Fufa, Cristóbal Reyes.

Santa Cruz, a diferencia de Las Palmas, celebró los carnavales en la calle también durante el franquismo. A pesar de que eran las sociedades las que asumían el mayor peso en el mantenimiento de las fiestas, el pueblo chicharrero siguió divirtiéndose en las calles. Esto, explica el cronista de Santa Cruz, fue posible gracias al conchabeo entre los alcaldes y los gobernadores civiles, “que siempre tenían un asunto muy relevante que resolver en el Sur de la isla justo el día del Carnaval de calle de Santa Cruz”.

Los protagonistas del Carnaval, “muy afectados”

La cancelación del Carnaval afecta al sentimiento general del pueblo isleño. “No estábamos suspendiendo una fiesta, estábamos suspendiendo temporalmente la idiosincrasia de toda una ciudad y el sentir de miles de personas que viven por y para esta tradición”, subrayó el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, durante la presentación del Carnaval virtual. Así también se lamentaba Inmaculada Medina, una fiel amante del Carnaval de Las Palmas incluso antes de convertirse en concejala de estos festejos. “La pandemia ha sido la causante de que, por primera vez en la historia de la ciudad, se suspenda el carnaval tal y como lo conocemos actualmente”, señaló a este medio. 

Reinventarse es la única salida. Los programas especiales de televisión intentarán que no “muera del todo el Carnaval”, como reconoce Alicia Benítez, directora de la murga Las Traviesas. La pandemia no les ha permitido reunirse, pero esta murga, la segunda femenina en ganar un premio de interpretación y galardonada con el Premio Criticón, aunque es una enamorada de esta fiesta, sabe que la salud “es lo primero”, por lo que incluso ha impulsado una campaña de mascarillas solidarias. En la misma línea responde el director de la murga Los Mamelucos, de las más laureadas en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, con ocho primeros premios de interpretación y hasta 22 de presentación. “Al principio lo llevábamos bien pero, a medida que se acercan las fechas, el sentimiento es de bajón generalizado, de vacío grande. La situación es la que es y la salud es lo primero”, respondió a esta redacción.

“Esperamos volver, pero seguro que costará algunos años vivir como siempre hemos vivido el Carnaval”, vaticinó Peña y afirmó que, no quedará otro remedio que reinventarse. También pasan un mal momento, los miembros de la Fufa, tal y como declara su director, Cristóbal Reyes. “Este 2021 cumplimos 60 años en el Carnaval, y no podemos celebrarlo como nos gustaría. A la murga la noto triste, nuestra ilusión siempre es la antesala del Carnaval, el quedar para ensayar y compartir esos momentos de preparación”, sostuvo durante una entrevista.

Uno de los broches de oro del Carnaval, no solo de Canarias, sino de todo el mundo, es la Gala Drag Queen. Miles de personas de todo el globo se acercan a la isla redonda para ver este espectáculo, que, este año, tampoco tendrá lugar, aunque algunos drags aparecerán en estos programas de televisión. Es el caso de Borja Casillas, el Drag Sethlas, a quien este parón no le cogió ni mucho menos por sorpresa. Mientras algunos veían un atisbo de esperanza en la salida de cada ola pandémica, el que fuera ganador de esta gala en dos ocasiones tenía claro que este año no iba a subirse a las plataformas encima del escenario del Parque Santa Catalina. “Es inviable, ya no por las normas, sino por el tema de los patrocinadores, el tiempo o que nosotros necesitamos reunirnos con gente para ensayar. Es que es imposible ya solo por todos esos factores”, asegura. Borja quiere ver el lado positivo y reconoce que es “el momento perfecto para aprovechar y modificar algunas cosas relacionadas con el concurso de la Gala Drag. Es tiempo de cambios”, asegura.

Al reconocido personaje del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, Antonio Meseguer, que vestía e interpretaba a Fidel Castro durante las fiestas y que tras la muerte del cubano se ha transformado en “la abuelita de Fidel”, este parón le ha servido para reflexionar. “Me ha sentado bien, soy de los que piensa que tras este frenazo en el Carnaval brotará sabia nueva, es un tiempo que viene de fábula para reflexionar con tranquilidad sobre la fiesta”. El que sale al Carnaval desde que era un niño y que ahora, con 74 años, pertenece al grupo de Las Lecheras pide a los chicharreros responsabilidad. “Espero que no sean tan irresponsables como para hacer fiestas privadas. Nuestro buen comportamiento determinará la manera en la que salgamos de esta miseria”, concluyó.

Por primera vez, el diseñador Nauzet Afonso va a pasar un mes de febrero “sin quemarme los dedos con una pistola de silicona y sin quitarme la purpurina de la cara”. Él también le ha sacado su mejor cara a la crisis sanitaria, que no ha permitido que deje atrás sus pasiones: maquillar y diseñar. Asegura que es una época bastante atípica, pero ha seguido trabajando en varios proyectos. Además, como único artista canario que ha obtenido premios en el mundial de maquillaje corporal celebrado en Austria en 2017, también se dejará ver en los especiales televisivos de estos días.

El diseñador se sincera y explica que este parón no le está afectando tanto, “porque no nos coge de sorpresa, ya ha pasado un año desde que comenzó la pandemia y el ser humano se acostumbra”. Además, entiende que el resto de celebraciones también se han cancelado, “¿por qué el carnaval iba a ser diferente?”, se pregunta.

Llega el Carnaval virtual

Este año, la fiesta más callejera de Canarias se ha visto obligada a trasladarse a la pequeña pantalla. Este lunes 15 de febrero se retransmitirá un programa especial en el que se hará un recorrido a los 45 años de historia del carnaval de Las Palmas y, en él, tendrán lugar diferentes actuaciones con los premiados del pasado carnaval en escena. El 26 del mismo mes, un talent show podrá ser el escaparate de muchos artistas, en el que desfilarán las propuestas para el carnaval 2022, que podrán votar los telespectadores mediante mensajes.

Los actos del Carnaval de Santa Cruz se extenderán desde el 17 de febrero al 7 de marzo, con la tradicional Gala de la Reina, que será sustituida por el espectáculo Santa Cruz, Corazón del Carnaval, donde 20 aspirantes pugnarán por convertirse en las guardianas del cetro -habrá tres en total- hasta la edición de 2022. Además, las murgas tendrán su espacio con La Canción del Siglo, donde diez murgas elegidas por votación popular se disputarán el primer puesto, y las comparsas harán lo propio con La Noche de las Comparsas. Por su parte, las rondallas, agrupaciones musicales y grupos infantiles estarán presentes en las producciones Las Voces del Carnaval y La Cantera. Este carnaval alternativo potenciará la participación a través de votaciones populares y redes sociales y reunirá un total de siete concursos de fotografía -uno de ellos profesional-, una exposición en la Casa del Carnaval sobre la historia de las fiestas de invierno comisariada por Benito Cabrera y un encuentro de diálogos.

Restricciones en Carnaval

El Gobierno de Canarias ha decretado una serie de medidas extraordinarias que se aplicarán en todas las islas de cara al puente de carnavales.

 “Los niveles de alerta se cambian de manera relativamente automática, según los indicadores epidemiológicos de cada isla, pero esto es relativo, hay que tener en cuenta otros factores”, señaló el portavoz Julio Pérez, durante su comparecencia tras el Consejo, subrayando la mejora de los indicadores en el Archipiélago, especialmente, en Tenerife, que baja al nivel mínimo de alerta, el 1. Sin embargo, y en previsión de la posible celebración del martes de Carnaval en varios municipios de la isla, se decidió imponer una serie de medidas extraordinarias que entrarán en vigor desde las 00:00 horas del 12 de febrero, hasta las 00:00 horas del día 22.

En dicho período, todas las islas, independientemente de sus restricciones, tendrán toque de queda a partir de las 22.00 horas y hasta 06.00.

Entre el 12 y el 22 de febrero, el Gobierno ha impuesto que las reuniones sociales para las islas que se encuentran en nivel 1 y 2 de alerta, no podrán superar las seis personas, excepto convivientes, mientras que en nivel 3, se podrán reunir hasta cuatro personas, y en nivel 4, solo dos.

En la hostelería, las islas que se encuentren en nivel 1 y 2 podrán compartir en los comedores interiores con un máximo de seis personas por mesa; cuatro, en las que se encuentran en nivel 3, y solo dos comensales para el nivel 4. Asimismo, queda prohibido el consumo en barra y de pie en todas las islas.

El aforo en el transporte es del 50% en todo el Archipiélago entre las fechas antes señaladas y quedan prohibidas las fiestas populares y verbenas.

Además, el Gobierno ha pedido a todos los municipios que refuercen todos los controles para evitar las fiestas clandestinas.

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