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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

El Cabildo ha inyectado al CD Tenerife más de 43 millones de fondos públicos durante los últimos 20 años

Miguel Concepción entrega una camiseta del CD Tenerife a Ricardo Melchior.

David Cuesta

Santa Cruz de Tenerife —

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La compraventa de los terrenos de la ciudad deportiva de Geneto, que investiga la Fiscalía Provincial tras una denuncia del interventor general, es solo una de las diversas tuberías que ha utilizado el Cabildo para regar con fondos públicos al CD Tenerife. Según la documentación consultada por Mírame Televisión, desde las arcas insulares han salido más de 43 millones de euros con destino a las cuentas del club en los últimos 20 años. Un flujo de dinero que ha sido decisivo para sostener la viabilidad financiera de un equipo ahogado por las deudas. 

El pelotazo de Geneto supuso unos ingresos para el CD Tenerife, en las dos fases en las que se desarrolló la operación, de 17,5 millones de euros. El Cabildo puso la mitad de los nueve millones con los que la empresa NAP compró en 2007 una parcela de 17.000 metros cuadrados de la ciudad deportiva. Los 13.000 metros cuadrados restantes fueron adquiridos en 2012 por otra sociedad de la Corporación insular, Parque Científico y Tecnológico (PCTT), por 13 millones.

El Cabildo compró los terrenos a sabiendas de que no iba a poder instalar, como había anunciado públicamente, un parque tecnológico y un centro de datos vinculado al NAP. Según el acta de la sesión del Consejo de Administración de PCTT que dio luz verde a la operación, el desembolso se justificó para el desarrollo de futuras inversiones, sin más especificaciones. El pelotazo, que se desarrolló gracias a una tasación que elevó el precio un 524% sobre el valor real de las parcelas, permitió coger aire a un club asfixiado por la soga de un posible descenso administrativo. Pero no era la primera vez que la Corporación salía al rescate del CD Tenerife.

En 1999, el mismo año en que comenzaban las obras de la primera fase de la ciudad deportiva de Geneto, sobre unos terrenos que el CD Tenerife había comprado en 1997 por 1,6 millones, el Cabildo aprobó un convenio de colaboración con el club que entonces presidía el fallecido Javier Pérez. En la firma del acuerdo también estaba presente, además de Ricardo Melchior como presidente insular, un representante de CajaCanarias, Álvaro Arvelo. La entidad financiera siempre fue la tercera pata sobre la que se apoyaban las relaciones entre la administración y el equipo blanquiazul.

El convenio supuso una inyección de 2,4 millones que, según el propio documento, iba destinada a apoyar económicamente la construcción de la primera fase de la ciudad deportiva. Los trabajos, según el proyecto de la obra, tenían un coste de 10,9 millones. Era el primer bloque de los cimientos sobre los que se ha sostenido la supervivencia del club en los últimos 20 años.

El año que culminaron los trabajos, el Cabildo firmó un segundo convenio con el CD Tenerife. El acuerdo de 2002 supuso un nuevo empujón financiero, esta vez de 8,9 millones. De la cuantía total, cerca de cuatro millones se destinaron a la construcción de la segunda fase de las obras de la ciudad deportiva, a pesar de que los trabajos no comenzaron hasta 17 años después. El resto fue directamente a “sanear el déficit del club”.

Las obras de la segunda fase de la ciudad deportiva no arrancaron hasta 2019, un año después de que el Cabildo, esta vez bajo la presidencia de Carlos Alonso, diese luz verde a un tercer convenio con el CD Tenerife, ya bajo el mandato de Miguel Concepción. Al igual que ocurriera con el acuerdo de 2002, el nuevo documento se sostenía en la necesidad de ayudar al club en la culminación de sus instalaciones de Geneto. Mismo argumento pero más dinero. La inversión pública se cifró en nueve millones, lo que supone sufragar el 75% del coste total de los trabajos.

Mantenimiento y subvenciones

Solo dos años después de que concluyera la construcción de la primera fase de la ciudad deportiva, el CD Tenerife comenzó a pedir agua por señas al Cabildo ante el avanzado desgaste de las instalaciones. En 2004, la Corporación insular vuelve a lanzar un capote al club a través de la empresa pública Ideco, a la que encomienda el mantenimiento del recinto a razón de 120.000 euros anuales. La versión oficial se basó en el estado de “deterioro” de los vestuarios y de los campos de fútbol de Geneto, además de en la “precaria situación económica” que atravesaba la entidad.

La primera encomienda se prolongó hasta 2007. Dos años después se firmó una segunda que se mantuvo vigente hasta 2012. La prensa deportiva de la época publicó que el Cabildo había justificado la medida de abandonar el servicio por la crisis económica que afectaba a las administraciones. Solo unos meses antes, la Corporación insular, a través de PCTT, había comprado unos terrenos sin construir de Geneto, cuyo valor catastral en 2017 era de tres millones, por un precio muy superior: 19 millones.

En dos años que la relación del Cabildo y el CD Tenerife no estuvo protegida por el paraguas de los convenios, la Corporación insular recurrió a la vía de las subvenciones directas, las que se dan a dedo, para que el dinero público no dejara de fluir hacia las arcas de la sociedad deportiva. En los presupuestos de los ejercicios 2017 y 2018 aparecen dos pagos por esta vía de 1,2 y 1,8 millones, respectivamente. 

La financiación pública del CD Tenerife a través de las subvenciones directas fue una de las anomalías sobre las que el interventor general, el mismo que ahora ha denunciado en la Fiscalía el pelotazo de Geneto, advirtió a los responsables políticos del Cabildo en sus respectivos informes de fiscalización. El exdirector insular de Hacienda Juan Carlos Perez Frías llegó a reconocer que las subvenciones a dedo al equipo blanquiazul son “cuestionables” desde el punto de vista administrativo, al igual que las recibidas mediante esta vía por el CB Canarias.

En los presupuestos de los años 2019 y 2020 también figuran dos pagos al CD Tenerife, por un total de 3,7 millones, a través de las también llamadas subvenciones nominativas. Este dinero estaría relacionado con el compromiso económico de financiar las obras de la segunda fase de la ciudad deportiva asumido con la firma del tercer convenio.

Heliodoro Rodríguez López

Además de los gastos relacionados con la ciudad deportiva, el Cabildo también ha asumido facturas vinculadas al Heliodoro Rodríguez López, donde juega el CD Tenerife. En 2019, la Corporación insular destinó 2,1 millones a obras de mejora en las instalaciones, principalmente en las gradas del recinto, a pesar de que el estadio, cuya titularidad es pública, fue cedido en 2015 al club por un período de 20 años. La justificación, una vez más, fue ayudar a la maltrecha situación financiera de la entidad que preside Miguel Concepción.

El CD Tenerife es el principal usuario del Heliodoro Rodríguez López desde 1994, cuando se publicó la ordenanza que regula la utilización de la instalación, que pasaba a estar en manos del equipo de mayor categoría en la isla. En marzo de 2015, la cesión cambió la realidad jurídica. El interventor general del Cabildo informó de manera desfavorable, pero el reparo del funcionario fue levantado mediante un decreto emitido por Carlos Alonso. 

En los reiterados escritos del interventor siempre se ha puesto de manifiesto la forma irregular de actuar del Cabildo en sus relaciones con el CD Tenerife. El funcionario también discrepó en su momento de la decisión de asumir el coste del mantenimiento y de la reposición del césped del estadio, pero si hay algo en lo que insistió en sus informes fue en la necesidad legal de cobrar un canon a la entidad por el uso de las instalaciones.

Al CD Tenerife le ha salido gratis jugar en el Heliodoro Rodríguez López desde 1994. Gracias a la insistencia del interventor, el Cabildo aprobó en junio de 2018 el cobro de una tasa del 5% de todos los ingresos que la utilización del estadio le genere al club.

Como baremo para fijar la tasa, cuyos ingresos anuales se calculan en unos 112.000 euros, se recurrió a las cuentas presentadas por la entidad en relación a la temporada 2015/2016, cuando declaró unas ganancias de 2,2 millones. Al no tener carácter retroactivo, el Cabildo no podrá recuperar el dinero que dejó de ingresar por el uso del estadio en los anteriores 24 años.

La realidad del CD Tenerife se vería hoy distinta desde el palco del Heliodoro Rodríguez López de no ser por el apoyo que ha recibido por parte del Cabildo. En 20 años, el club ha ingresado más de 43 millones de fondos públicos mediante la venta de los terrenos de Geneto y a través de los distintos convenios, encomiendas y subvenciones de los que se ha beneficiado a lo largo de las últimas dos décadas. Una cifra a la que todavía hay que sumar las ayudas recibidas periódicamente desde otras administraciones. 

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