Juan Padrón confesó que tuvo que despedir de su organización a una de sus piezas más valiosas, el director general del Casino, Javier Valcarce, tras las presiones sufridas desde las esferas del poder (no nombró a Soria, es cierto, pero ni falta que hizo) por considerar que este profesional estaba perjudicando a la empresa al mismo tiempo que defendía sus intereses. ¿Van comprendiendo, verdad? Total, que Juan Padrón confirmó lo que nosotros ya sabíamos: que las empresas interesadas en los casinos han tenido que sentarse delante del concejal de Alumbrado de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Naranjo, y ya nos contarán ustedes qué hacía este señor interviniendo en un concurso no convocado que, además, pertenecía a una Administración de la que él no depende. Blanco y en tetra-brick suele ser leche. ¡La leche!