Jerónimo Saavedra es un valor indiscutible del socialismo canario, cualidad que sus más conspicuos admiradores amplían a la política misma. No se entienden todos estos años de autonomía sin Saavedra, tanto desde su papel de opositor y de referente del PSC, como de presidente o ministro, por dos veces, del Reino. Con el regreso de los socialistas al poder en Madrid, a Jerónimo le han planteado varios destinos en los que poder seguir exprimiendo su experiencia y sus conocimientos. Uno es el de vocal del Consejo de Estado, del que se dijo pudo haber sido presidente si no fuera porque Zapatero quiere para ese cargo a una persona independiente. También tiene Saavedra sobre la mesa la Embajada en Roma, un destino siempre apetecible al que España quiere enviar a una persona con un perfil como el que tiene el ex presidente canario. Haga lo que haga, y parece que Roma se acerca cada vez más a su decisión final, estamos seguros de que Saavedra será un digno embajador canario. Y español, claro.