El auto admite, sin embargo, que hay indicios de soborno pero no pruebas concluyentes y sí otras que contrarrestan la denuncia de Francisco Almodóvar Roque, Charli, el concejal al que nadie nunca jamás le ha ofrecido un kilillo, un solarcito y ya veremos hasta dónde llega nuestra generosidad. Lo que no tiene mucho rigor científico es la afirmación recogida en el auto de que la disciplina de voto en el PP habría hecho innecesario el soborno. Con todo el respeto, menudo cuento chino, porque el que conozca un poquito la realidad política de Fuerteventura, donde se saltan de un partido a otro a cada momento, donde el navajeo es la práctica habitual para pactar algo, sabe que la disciplina es una entelequia. Pero, a mayor abundamiento, el auto ignora por completo el caso Antigua, que pasamos a recordarles a continuación.