Ya que andamos metidos en la bahía de La Luz, destaquemos lo que ha constituido el primer toque de atención que mete el Ministerio de Fomento a la Autoridad Portuaria de Las Palmas en la era de Mayoral. Los servicios jurídicos del departamento de Magdalena Álvarez han venido a recordar al nuevo presidente que si se desiste de un proyecto, como se hizo con el de la prolongación del dique Reina Sofía, es muy complicado pretender a continuación un reformado y convertir el alargamiento en dique semisumergido. Así que si nadie lo remedia y se encuentra una solución atípica, o el Puerto deberá rascarse el bolsillo y pagar a la UTE ganadora del concurso del dique las correspondientes subvenciones, a las que tienen derecho y que la autoridad competente reconoce. Lo otro sería sacar un nuevo concurso a continuación y pagar más, claro. Mayoral le está pidiendo ya una reunión a Mariano Navas, presidente de Puertos del Estado, para ver cómo se encuentra una salida que no signifique endeudar aún más al organismo.