Saavedra tiene en su mano la resolución de esta crisis. No en vano es el padre de la lista de concejales con la que obtuvo mayoría absoluta en sustitución de otra mayoría absoluta, algo poco habitual en democracia. Por lo tanto hay que dar por sentado que el alcalde recompondrá el equipo hasta hacer un primer reajuste que, antes de final del mandato, será sucedido por otro y luego por un tercero. Saavedra tiene la potestad de nombrar tres directores de gobierno (con la marcha de Padrón no queda ninguno), cargos con capacidad idéntica a la de un concejal pero sin voto en los plenos. El PP nombró tres, además de un par de coordinadores y varios directores generales, hasta un total de siete. El PSOE tiene once directores generales y la corriente imperante apunta a que para gestionar esta ciudad hacen falta, además, los tres directores de gobierno que seguramente Saavedra nombrará a la vuelta de sus minivacaciones en La Palma.